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Decisiones populistas y comunistas que afectan a los pueblos

Editorial
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Los jefes de Estado de ideología marxista desde que aparecieron en el escenario político ofrecen, prometen y adquieren compromisos que ellos mismos saben que no van a cumplir; pero, lógicamente, engañan como en efecto han engañado tanto a naciones europeas como de Hispanoamérica.

Luego en el ejercicio del poder todo el tiempo hablan de acuerdos nacionales, de pactos con sus pueblos, que suenan y parecen como si fuesen buenas intenciones del gobernante y son simplemente un manejo, una maniobra para acercar a las demás fuerzas políticas.

La estrategia es crear confianza y a la hora de plasmar lo acordado en los documentos ponen solamente lo que al leninista le conviene, sin considerar aquello que se ha convenido entre las partes interlocutoras; es decir, como se dice coloquialmente: “le hacen conejo a todo lo pactado”.

Ese ha sido el modus operandi en Rusia, Cuba, Nicaragua y Venezuela. En Colombia, Petro ha actuado dentro de ese esquema de trabajo y es al fin y al cabo su modelo, esto es el Socialismo del siglo XXI como se denomina modernamente a las ideas marxistas.

Así nos está imponiendo sus nefastas reformas cuya finalidad es destruir todo en detrimento de nuestro pueblo. Pero ciertamente cumpliendo a cabalidad con los postulados comunistas y en eso obviamente le han colaborado sus ministros ya que ejecutan la orden presidencial al pie de la letra.

Conviene poner de manifiesto que la mentira y el engaño son características negativas de los bolcheviques, ya que esas han sido las políticas de Marx, Lenin y Stalin. Ahora con Putin sigue la misma fórmula que la quiere extender desde Venezuela al resto de países de América.

Así igualmente han engañado Castro, Ortega, Chávez, Maduro, López Obrador y desde luego Petro en Colombia tiene en mente y en ejecución esos mismos derroteros políticos. No permiten la libertad de expresión y, primero la defienden y a partir de las críticas a sus gobiernos empiezan a atacar directamente a los periodistas y a restringir los medios de comunicación.

Estatizan con el fin de tener todo bajo su control y a su turno acaban con todo como por ejemplo en Venezuela que era el país más rico del mundo, a la empresa petrolera Pdvsa la de mayor producción mundial, la saquearon y arruinaron.

En ese mismo camino está el gobierno petrista respecto de Ecopetrol, nuestra empresa emblemática que va cuesta abajo por su nueva y errática administración. La sostenibilidad social se está reduciendo pues toda la inversión en ese campo dependía de Ecopetrol, ahí se está cumpliendo el empobrecimiento de nuestro pueblo que genera el populismo marxista.

Pero simultáneamente los políticos del pacto histórico y sus amigos se están llenando los bolsillos, se reparten coimas y contratos, favoreciéndose entre ellos. Critica el primer mandatario la corrupción y a ese propósito afirma que todos los gobiernos anteriores fueron corruptos. Más, sin duda, el más corrupto entre todos los corruptos es el actual gobierno. Como ningún otro de sus antecesores.

Castro y sus hijos inmensamente ricos, la hija de Chávez una de las mujeres más millonarias de América, los Kirchner con fortunas inconmensurables, Maduro y sus secuaces son llenos de oro y Putin es un magnate poderoso. Contrastan esos grandes capitales con la miseria en que han dejado a sus pueblos.

El hambre era el objetivo de Stalin y lo logró. En igual forma esa tarea de volver a los pueblos miserables la han plasmado en nuestro continente Castro, Ortega, Chávez, los Kirchner y Maduro. Todos saben decir las cosas; sus mensajes les llegan a los pueblos; Fidel y Chávez brillantes oradores; Maduro y Petro son culebreros, no obstante, sus arengas calan en las mentes de los más humildes.

Su lenguaje y trinos no son equivocados dado que surgen de su propia ideología. Pueden ser negativos y no se entienden, pero se repiten y las mentiras repetidas con insistencia, así como la calumnia alcanzan su cometido.

Son comunicaciones letales, por un lado, pero positivas para quién las expresa y nuestro jefe de Estado se comunica bajo esa guía leninista.

Verbigracia en la escuela de guerra de las fuerzas militares en su disertación con motivo de la iniciación de los cursos de estado mayor y de altos estudios castrenses no trató los temas de seguridad que los desconoce. Habló de la vida, del agua, de la climatología y esa temática que maneja es la misma de los discursos en la ONU y en escenarios internacionales, los cuales han sido la burla internacional.

Empero como él es el sabelotodo, está convencido de que acierta; que es único; que nadie puede hacer y decir lo mismo  y se autoengaña. Eso es lo típico de los dictadores. 



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