Además del desgaste natural por el uso intensivo, los malos hábitos de algunos conductores han contribuido significativamente al deterioro de las estructuras peatonales. Según denuncias de los comerciantes de la zona, conductores de camiones y buses “encaramaban” las llantas de sus vehículos sobre los andenes para evitar los huecos, destruyendo las esquinas y dañando aún más la infraestructura vial. Un recorrido realizado por EL INFORMADOR en las carreras 6 y 7 confirmó lo que los residentes y comerciantes venían denunciando.
Las calles del Centro Histórico de Santa Marta se han convertido en una pesadilla para conductores y peatones, mientras el aumento del flujo vehicular sigue destrozando la malla vial.Las carreras 6 y 7 del Centro...