Las estadísticas arrojan luz sobre la apatía electoral que ha permeado la región, planteando interrogantes sobre la salud de la democracia y la participación cívica en Santa Marta.
El pasado domingo, Santa Marta vivió una jornada electoral que, en lugar de celebrar la democracia y la participación ciudadana, dejó en evidencia una cifra preocupante: la abstención de votantes alcanzó un alto 41.12%. De los 167,146 ciudadanos habilitados para sufragar en la ciudad, un total de 167,147 optó por no ejercer su derecho al voto, lo que representa una cifra impactante y alarmante.
El panorama es aún más preocupante al considerar que solo el 58.88% de los ciudadanos con derecho a voto en Santa Marta salió a las urnas en una jornada que debía definir el futuro de la ciudad y su liderazgo local. Esta cifra indica un marcado desinterés en el proceso electoral y plantea interrogantes sobre la salud de la democracia en la región.
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Comparado con las elecciones de 2019, la situación se agrava, ya que en ese entonces la abstención fue del 40.43%, lo que refleja un aumento en la apatía electoral. Además, uno de los hechos más destacados de esta jornada fue que el voto en blanco se convirtió en la cuarta opción más votada, con un total de 15,821 sufragios, representando el 7.36% del total de votos emitidos.
Otro dato relevante es que 12,215 tarjetones no fueron marcados de manera adecuada, y se contabilizaron 3,579 votos nulos. En conjunto, estos números representan un 14.2% del total de votos emitidos, ya que no se destinaron a ningún candidato. Esta cifra engloba los votos nulos, los votos en blanco y los votos no marcados.
El análisis de esta situación plantea diversas posibles razones detrás de la alarmante abstención. Puede ser resultado de una falta de pedagogía electoral, la desconfianza en los candidatos postulados y una creciente desilusión cívica entre los ciudadanos de Santa Marta.
En un momento en el que la participación ciudadana y el compromiso cívico son fundamentales para el desarrollo y la gobernabilidad de la ciudad, esta baja participación en las elecciones locales es un recordatorio de la necesidad de fortalecer la salud democrática en Santa Marta.
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