Muertes, lesiones en accidentes de tránsito, infracciones y poca cultura son el ‘pan de cada día’ en la capital del Magdalena.
Aunque en Santa Marta ‘nadie se salva’, hoy el turno es para las motos. A pesar de la ‘palera’ con comparendos e inmovilizaciones que se han llevado los conductores de este tipo de vehículos todos los días tras la firma del convenio de mil millones de pesos entre Alcaldía - Policía y la llegada de 20 agentes de tránsito de uniforme verde quienes iniciaron operaciones el 31 de mayo del 2023, los motociclistas parecen no coger escarmiento y siguen cometiendo todo tipo de maniobras intrépidas en las vías.
Y es que solo basta con quedarse unos cuantos minutos cerca de una intersección semafórica, de un andén, o de un puente peatonal para en instantes divisar un sin número de infracciones que afectan la movilidad y ponen en riesgo la integridad de las personas.
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Y para que no digan que solo ‘se la tienen velada’ a los motoristas, hay que decir que también otros conductores, peatones, ciclistas, buseros, taxistas, y todos los actores viales parecen estar ‘cortados con la misma tijera’, pues son muy pocos quienes respetan a cabalidad las normas de tránsito en la ciudad de Bastidas. Pero ya vendrán más especiales con rejo pa’ todo el mundo. Por el momento, tocó hablar de las motos, principales causantes de accidentes.
EL INFORMADOR recopiló un ‘top’ de infracciones de motociclistas tras un recorrido por las calles de la Perla de América. A continuación, algunas de las impericias más frecuentes que ponen en riesgo a los ciudadanos:
-Volarse los semáforos
El que va tarde, va tarde. Por querer ‘ahorrarse’ 20 o 30 segundos pasando en luz roja, no van a llegar con anticipación ni más rápido a sus destinos. En la vía, cualquier segundo marca la diferencia y cuando se vuelan la señal, el peligro de colisión es más alto. Algunos lo hacen por afán, otros simplemente por inercia.
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-Circular sin cascos
El casco es para la cabeza, no para el codo ni para las piernas. Esta es una de las costumbres más frecuentes de algunos motociclistas. Aunque pueda sonar severo; no usar este elemento tan importante de protección donde debe ponerse, aumenta la vulnerabilidad de sufrir un trauma craneoencefálico o incluso la muerte.
-Sobrecupo en las motos
“Cierra la puerta”, se escucha jocosamente en las calles cada vez que critican a quienes cometen la imprudencia de llevar a más personas de lo permitido en el vehículo. Este popular dicho, se refiere a que la moto no es buseta ni taxi para transportar tanta gente al tiempo.
- El famoso caballito
Esta arriesgada e irresponsable maniobra se puede ver comúnmente en la salida de los colegios. Algunos mototaxistas no se conforman solamente con transportar de a dos estudiantes -muchas veces sin casco- sino que les encanta también levantar el vehículo en movimiento en avenidas principales. Varias personas han perdido la vida por esa osadía.
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- Tapar las placas
Muchos argumentan que adulteran las placas para evitar las fotomultas porque del vehículo depende el sustento diario para sus familias porque no hay empleo, pero esta acción, no solo es contraria a las normas de tránsito, sino que también deja mucho qué pensar de quien la comete, debido a que es una táctica común de los delincuentes para que no los identifiquen.
- Llevar elementos que sobresalen de las motocicletas
En Santa Marta parece que todo se valiera. En las calles se ve a motociclistas hasta haciendo mudanzas y transportando colchones, electrodomésticos, vallas, entre otros elementos que sobrepasan la capacidad de este tipo de vehículos, exponiendo la integridad propia y de los demás. Cuando se mete ‘La Loca’, se incrementan los accidentes por este tipo de imprudencias.
- Meterse en contravía
Esto es pan de cada día. Algunos por pereza de no hacer un retorno o de no hacer el cruce donde realmente corresponde, prefieren ‘cortar camino’ circulando por el carril contrario.
-Invasión del espacio público poniendo en peligro a los peatones
Nada más basta con mirar un rato la avenida Santa Rita con avenida de Los Estudiantes, o la avenida del Río con avenida del Ferrocarril -solo por mencionar algunas zonas- para evidenciar esta imprudencia, sobre todo cuando hay trancones. Decenas de motociclistas se suben a los andenes e incluso hasta en las ciclorrutas de la Troncal del Caribe, cerca de Cootransmag, generando situación de inseguridad a quienes caminan por las aceras. También hay que añadir el caos que genera el tema del mal estacionamiento en lugares prohibidos.
- Violación del decreto que prohíbe el parrillero hombre
Sobre esta infracción no hay mucho qué decir porque es poco respetada. Impusieron la restricción supuestamente para reducir la criminalidad, pero en Santa Marta matan o atracan a cualquier hora con acompañantes masculinos. Solo basta con recordar que también rige el día sin parrillero los 22 de cada mes, pero en esos días casi siempre se presentan hurtos y actos de sicariato.
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-Conducción a exceso de velocidad o bajo efectos del alcohol
Ambas son algunas de las causas más comunes de los accidentes de tránsito con muertes y lesiones en la ciudad.
-Manejar por los separadores
Sin importar el riesgo de ser embestidos por otros vehículos o de atropellar a algún peatón, son muchos los motociclistas quienes cruzan por donde no se debe, solo porque les da pereza conducir unos metros más hacia adelante para cumplir con las normas viales.
¿Quién es más loco(a)?
Como el eterno interrogante del huevo y la gallina, podría resultar interesante que los ciudadanos se pregunten quién tiene más culpa, si quien maneja la motocicleta, o quien decide subirse a estos vehículos en condición de parrillero sin casco o aún sabiendo a todo lo que se expone por las imprudencias de los conductores, y a veces hasta acolitando tanta insensatez al manubrio.
Estadísticas
Según cifras suministradas por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (Ansv), entre enero y septiembre del 2023 murieron 91 personas por siniestros viales en Santa Marta. Los motociclistas siguen siendo quienes tienen mayor número de víctimas fatales, con 55. El secretario de Movilidad del Distrito, Ernesto Castro, reportó que en la ciudad hay aproximadamente 70 mil motos matriculadas, pero la cifra puede pasar de 100 mil si se suman las registradas en municipios aledaños y que también transitan en la capital magdalenense.
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¿Y la sensibilización?
Las imprudencias siguen a la orden del día y en los operativos de las autoridades parece que solo se han dedicado a llenar las grúas para trasladarlas hacia los patios, con muy poco o nulo espacio para la pedagogía y sensibilización, pese a que el convenio interadministrativo de cooperación número 002 entre la Alcaldía y la Policía Nacional dice que tiene como fin “aunar esfuerzos para la prevención, regulación, y control de tránsito y transporte en las vías urbanas de la ciudad, propendiendo por la seguridad vial y en general por el fortalecimiento de las condiciones necesarias de movilidad y seguridad”.
A los únicos que medio se les ve tratando de cambiar el chip de los motociclistas es al influencer ‘Policía Samario’, quien hace constantes llamados a través de videos para las redes sociales, y al veedor de movilidad, Jorge Guerra, quien también sale a las calles a conversar con los actores viales y publica en su perfil de Facebook.
