Uno de los primeros exponentes del ciclismo colombiano que brilló en Europa fue Lucho Herrera, quien hoy celebra su nacimiento.
Lucho Herrera fue el primer ciclista colombiano y latinoamericano en ganar una de las tres Grandes Vueltas del ciclismo, tras ganar la Vuelta a España 1987. Fue pionero del ciclismo colombiano en Europa, y su mayor exponente durante la década de 1980. Era un excelente escalador, tal vez el mejor del mundo durante los años ochenta, como demuestran sus victorias en las clasificaciones de la montaña de las tres principales competencias de este deporte, además de numerosas etapas y puestos de honor en las mismas. Ha sido, junto con el español Federico Martín Bahamontes, ganador de la montaña en las tres grandes vueltas europeas.
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Conocido como el jardinerito de Fusagasugá Lucho llevó alegrías a todos los colombianos en la década de los 80 donde el país atravesaba duros momentos en materia de seguridad, sus logros hacían que Colombia resaltara a nivel mundial por actividades deportivas y no por la violencia que azotaba el territorio por ese entonces.
Lucho creció en una familia de pocos recursos económicos; esto hizo que tuviera que mezclar sus estudios con la jardinería (de allí su apodo). Este oficio, el de la jardinería, encendió sin que fuera un plan su pasión por el ciclismo: como debía recorrer grandes distancias para trabajar, su madre decidió comprarle una bicicleta y a partir de ese momento empezó la aventura.
A Lucho lo quería casi todo el país. Incluso le entregaron la Cruz de Boyacá por sus gestas deportivas, por eso el país se entristeció con la noticia de su secuestro por parte de las Farc en marzo del 2000. Aunque en menos de 24 horas fue liberado, este hecho llenó de amargura al mundo ciclístico porque no se entendía como se le cometía un delito a un hombre que tantas glorias le había dado al deporte.
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Lucho se retiró en 1992, después de quedar octavo en el Giro de Italia de aquel año. Su familia fue uno de los motores para retirarse a buen tiempo, después de 12 años de pedaleo.
Lucho se quedó a vivir en Fusagasugá y el dinero ganado durante su carrera profesional lo invirtió en moteles, y restaurantes en esta pequeña ciudad muy cercana a Bogotá. Los moteles quedan en el centro. Lucho es el dueño del hotel Los Alpes, uno de los más reconocidos de Fusa, el nombre a su mejor negocio se lo puso en honor aquellos altos paisajes franceses que lo vieron coronarse campeón de la montaña.
