Todos tenemos claro que Santa Marta es la Magia de tenerlo todo, ¿no? Gozamos de unas playas impresionantes, de unos ríos, de unas montañas, una gente cheverísima y mil cosas más que todos sabemos de memoria. Pero, ¿Por qué aun teniendo tanto, no entramos ni siquiera entre las ciudades más importantes de la Costa?
Teniendo tanto que ofrecer, tantos recursos que la naturaleza nos puso para nuestro disfrute, tanto que dar, es para que estuviéramos, bajito, bajito, entre las ciudades más importantes del país. Y no, ni cerca.
Vale la pena la reflexión aprovechando los diálogos en La Habana. Si estos se firman, como ciudad, como departamento, nos veremos favorecidos indudablemente, pues por años hemos tenido este conflicto aquí, cerquita, persiguiéndonos e insistiendo en nosotros.
Sin embargo, no será la solución a nuestros problemas. Soy Pro Proceso de Paz. Pro, pro, muy pro. Pero como digo, nuestros males y el freno que tenemos que no nos deja crecer y encontrar el camino al desarrollo en el que se explote con sabiduría, armonía y para el bien de todos, nuestros recursos, -si bien se han visto afectados por el conflicto, claro que sí-, no se limitan a ello.
En lo personal, pienso que la corrupción -que por décadas hemos sufrido- es la que nos tiene así. La plata que debe ir a los hospitales se va para los bolsillos de algunos, lo que pagamos de impuestos para educación no va a los colegios, se va en carros, casas, viajes y lujos de unos cuántos. Lo que se supone debería ir a pensiones y a infraestructura no lo vemos, igual, se va a cualquier parte menos a donde debe ir. Así, igual pasa con los servicios básicos, el agua por ejemplo, ¿cuál agua si no tenemos? y no es porque no haya, es por malos manejos, como todo.
La lista puede seguir y tendría espacio de sobra para llenar esta página, pero así como tenemos claro que somos "la magia de tenerlo todo", también tenemos claro que el hechizo se rompió hace tiempo y nos hace falta de todo al punto que lo que tenemos es más bien poco.
Y no se trata de echarle la culpa a nadie pero si de sentar cabeza: ¿Cómo llegaron los que llegaron a dirigir a dónde iba lo de la salud, pensiones, educación, etc, a dónde llegaron? ¿Quién los eligió? Ya elegidos cuando se ven abusos ¿quién a hecho algo?
Así es como, es momento de meditar, y darnos cuenta que por más que se firme un acuerdo, si nosotros, desde nuestra individualidad no hacemos nada, no ponemos nuestro grano de arena, nada va a cambiar.
¿Cuál es? Alzar nuestras voces y hacer que estás valgan. Quejarnos, denunciar, ser conscientes, escoger con más cuidado y más amor a quienes nos van a representar, y en general, que nos duela nuestra tierrita.
Se puede lograr un cambio, pero tenemos que dejar de esperar que otros lo hagan. Viene de cada uno de nosotros. Y es el momento perfecto para reaccionar, aprovechémoslo, no le demos más largas. No tenemos por qué seguir siendo una ciudad que tiene todo y no tiene nada.
