Los suicidios representaron la tercera causa externa de muerte en Colombia, y uno de sus mayores disparadores son la depresión y la ansiedad.
“Hablar y orientar positivamente a quien tiene pensamientos suicidas puede ser el primer paso para la búsqueda de ayuda especializada y la prevención de un hecho infortunado. Pero las personas con algún tipo de trastorno mental como depresión, ansiedad o conflictos internos que dificultan su tranquilidad o generan confusión mental, temen a la opinión de los demás y a enfrentar prejuicios que los obligan a tratar de enfrentarlos en secreto. En Colombia, por ejemplo, el 75% de las personas que requiere consulta con un especialista experto en salud mental no accede o acude a servicios profesionales” sostuvo Carolina Duarte, Gerente Médica de GSK Colombia.
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La ausencia de control clínico dificulta el manejo de la salud mental de la persona, y puede llevarla a tomar decisiones equivocadas, perjudicar su calidad de vida, relaciones interpersonales, entre otros. Por ello, en el Día de la Prevención del Suicidio, GSK se une con el objetivo de promover la salud mental y trabajar juntos en la prevención de este acto que se lleva la vida de cientos de miles de personas en el mundo.
¿Qué es una conducta suicida?
La conducta suicida consiste en la ideación, planeación o intento de infringirse daño con la intención de morir. El número de personas que se quitan la vida es mayor que las muertes por VIH, paludismo, e incluso por guerras u homicidios en todo el mundo, y por cada suicidio hay entre 10 y 20 intentos, lo que indicaría más de 7 millones al año.
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Los factores que causan pensamientos suicidas son complejos y numerosos y, aunque no hay explicación que funcione para todos, normalmente están acompañados de sufrimiento, estrés, desesperanza y tristeza. En muchas ocasiones están relacionados con enfermedades o trastornos mentales como la ansiedad o la depresión, y requieren atención de urgencia tanto como cualquier otra condición médica.
¿Cuáles son los principales obstáculos para la prevención del suicidio?
Una de las principales trabas de la prevención del suicidio es la estigmatización social. Los tabúes sobre los trastornos mentales llevan a quienes los padecen a sentir vergüenza, desmoralización y desesperanza, lo cual los impulsa a esconderlos y los disuade de asistir a las instituciones que pueden ofrecer ayuda, aumentando las probabilidades de desenlaces fatales.
Comúnmente, las personas no saben cómo actuar en estos casos. Contrario a lo que pasa cuando alguien se accidenta o anuncia que padece alguna enfermedad física y recibe apoyo y solidaridad de familiares, compañeros, amigos y colegas, las personas creen erróneamente que preguntar sobre conductas suicidas aumenta la ideación, o que como “algo no está bien”, es mejor alejarse.