Respalda el levantamiento de restricciones económicas que, siguen haciendo que el desarrollo político, económico y social sea un reto.
Bruselas (EFE).- El presidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, David McAllister, condenó “en los más firmes términos” la represión de las protestas pacíficas en Cuba y expresó su preocupación por la situación de los derechos humanos en el país.
“Condeno el llamamiento del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, a sus seguidores a combatir a los manifestantes”, afirmó McAllister en un comunicado. Según dijo, esas acciones “solo deterioran e incrementan la violencia” además de “reducir la posibilidad de implicarse en un diálogo pacífico”.
“La dictadura cubana es la más duradera en América Latina y el Caribe (…). La falta de libertades, la negativa constante del pluralismo político y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos se combinan con un modelo económico que causa escasez crónica de alimentos, medicinas y otros servicios básicos”, indicó el diputado conservador alemán.
Consideró que, en ese contexto, “la pobre gestión de la crisis sanitaria de la Covid-19 ha acentuado el descontento político y social en la isla”.
“Protestar es una parte integral del derecho humano a reunirse y asociarse libremente, que es la piedra angular de la democracia”, señaló.
“Por ello, las acciones emprendidas por las autoridades cubanas para evitar las protestas a través de la violencia y detenciones arbitrarias tienen que terminar”, manifestó McAllister.
Expresó en concreto sus condolencias por la muerte de Diubis Laurencio en La Habana el 12 de julio durante un enfrentamiento entre manifestantes y policías.
El eurodiputado se unió igualmente a la llamada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos al Gobierno de Cuba para que cumpla con sus obligaciones, “en particular con el derecho a manifestarse”.
Y pidió al alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, que urja a las autoridades cubanas, en el marco del acuerdo bilateral entre la Unión y Cuba, a que permitan las protestas pacíficas y pongan fin a “la brutal represión y detenciones arbitrarias”.