Por: Alexandra Martínez Mendoza
Periodista de EL INFORMADOR
La historia de la Navidad se entrelaza con la sustitución de antiguas festividades paganas por la celebración del nacimiento de Jesús. En el siglo IV d.C, la Iglesia católica, liderada por el papa Liberio, transformó las saturnales romanas en la Natividad o Noel. Desde entonces, la Navidad ha sido una época de reflexión, esperanza y alegría.
Las festividades navideñas no solo tienen un componente religioso, sino que también están impregnadas de tradiciones que han perdurado a lo largo de los siglos. Desde las coronas de Adviento que adornan hogares y espacios públicos hasta los coloridos villancicos que resuenan en las calles, cada país agrega su toque único a esta celebración global.
En la Edad Media, las festividades navideñas se extendían a veces durante 12 días en Inglaterra, con teatro, conciertos y banquetes que marcaban la temporada. Aunque en los Estados Unidos, los puritanos inicialmente prohibieron la Navidad, ésta resurgió después de la Guerra de Secesión para convertirse en una celebración arraigada.
El pesebre, atribuido a San Francisco de Asís en el siglo XIII, sigue siendo una representación conmovedora del nacimiento de Jesús. Inicialmente representado por personas, ha evolucionado con el tiempo para incluir estatuillas y elementos que capturan la imaginación de los fieles.
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El árbol de Navidad, una tradición que se originó en Alemania en 1520, ha evolucionado desde simples decoraciones de rosas y manzanas hasta los impresionantes árboles adornados con luces y ornamentos que vemos hoy. Aunque la Iglesia católica inicialmente resistió esta costumbre, en 1982, incluso el Vaticano adoptó el árbol de Navidad.
Papá Noel, el entrañable personaje que llena de regalos la Navidad, tiene sus raíces en San Nicolás de Myra, un obispo del siglo IV.
¿Cuántos años hace el pesebre?
Lo inventó San Francisco de Asís, el santo de la humildad y de la pobreza, en la Navidad de 1223, en el pueblo de Greccio, Italia. Fue San Francisco de Asís el que recreó el nacimiento de Jesús narrado en la Biblia. En un pesebre, reunió a gente del pueblo y a animales. Así nació el primer pesebre en la historia.
Martha Pérez comparte sus tradiciones navideñas y mensaje de unión familiar
Martha Pérez Campo, una residente del barrio Nueva Betel, abre las puertas de su hogar para compartir las tradiciones que han definido su celebración navideña durante las últimas dos décadas. A través de EL INFORMADOR, Martha nos lleva a un viaje a través de su árbol de Navidad, que para ella es mucho más que una simple decoración.
“El árbol es la representación de mi familia”, explica Martha con una sonrisa cálida. “Lo hemos armado durante 20 años juntos, como una tradición que ha pasado de generación en generación. Cada adorno tiene su historia, cada luz tiene su significado especial”.
La importancia de este ritual no se pierde en Martha, quien ve en la tradición de decorar el árbol una fuente de armonía y conexión familiar. “Es un momento en el que nos reunimos todos, desde los abuelos hasta los más pequeños. Decoramos el árbol juntos, recordando momentos pasados y compartiendo risas. Es un recordatorio de que, a pesar de nuestras diferencias, somos una familia unida”.
Cuando se le pregunta sobre el significado más profundo de estas tradiciones, Martha destaca el valor de la unidad familiar en medio de la temporada navideña. “En familia, todo es mucho mejor. La Navidad nos da la oportunidad de dejar a un lado las tensiones y conflictos cotidianos. Nos ayuda a encontrar paz y armonía. Estamos aquí para disfrutar de momentos especiales juntos, para sentir esa paz que solo puede venir de Dios”.
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Para Martha, la Navidad va más allá de las luces brillantes y las decoraciones festivas; es un recordatorio de los valores fundamentales que mantienen fuerte a su familia. “Es fácil olvidar lo que realmente importa en medio de todas las festividades. Pero en esta época, nos recordamos a nosotros mismos lo afortunados que somos por tenernos el uno al otro. Nos olvidamos de muchas cosas, y eso es lo que hace que la Navidad sea especial”.
Un pesebre gigante en Gaira
En el corazón de Gaira, una localidad conocida por sus tradiciones festivas, un grupo de ciudadanos ha llevado la celebración navideña a un nuevo nivel este año. Han creado un pesebre del tamaño de una casa que no solo deslumbra por su magnificencia, sino que también se ha convertido en un punto de encuentro para jóvenes de diversos barrios, fomentando la participación y la unión en esta temporada especial.
¿Cómo surgió la idea de crear un pesebre tan grande en Gaira este año?
“Siempre hemos sido apasionados por la decoración navideña. Este año, queríamos hacer algo especial, algo que no sólo alegrará nuestro barrio, sino que también atrajera a jóvenes de diferentes partes de la localidad. Así nació la idea de este pesebre gigante”.
¿Por qué decidieron hacerlo accesible para todos, especialmente para los jóvenes de diferentes barrios de esta localidad?
“Queríamos romper barreras y crear un espacio donde todos pudieran disfrutar de la magia de la Navidad. Creemos que la unión de la comunidad es esencial, especialmente en tiempos como estos. Invitar a jóvenes de diferentes barrios no solo enriquece la experiencia, sino que también construye lazos de amistad entre ellos”.
¿Cómo ha sido la respuesta de la comunidad hasta ahora?
“La respuesta ha sido increíble. La gente de Gaira ha demostrado un gran interés y entusiasmo. Cada día, vemos a más personas visitando el pesebre, tomándose fotos y compartiendo momentos especiales. Es realmente gratificante”.
Además de la alegría, ¿han notado algún impacto económico positivo en la comunidad?
“Definitivamente. La afluencia de visitantes ha generado un impulso económico. Algunos comercios locales han experimentado un aumento en las ventas, y eso siempre es bienvenido. La Navidad no solo se trata de regalos, sino también de apoyarnos mutuamente como comunidad”.
¿Qué mensaje quieren transmitir a través de este pesebre gigante?
“Queremos transmitir amor y alegría. Queremos que los niños se maravillen y crean en la magia de la Navidad. Este pesebre es para todos, sin importar de dónde vengan. Queremos que Gaira sea un lugar donde la comunidad se una, célebre y comparta el espíritu navideño”.
Con estas palabras, queda claro que el pesebre gigante en Gaira no solo es una exhibición navideña, sino un símbolo de unidad y generosidad que ha encendido la chispa navideña en los corazones de la comunidad.