La determinación fue adoptada por Parques Nacionales Naturales de Colombia al considerar que los implicados participaron en turismo ilegal que contempla actividades deportivas de alto riesgo.
Luego de la situación presentada con dos parapentistas que fueron rescatados por organismos de socorro, la Fuerza Aérea y un grupo de indígenas arhuacos tras permanecer por seis días en el Pico Colón, parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta, Parques Nacionales Naturales de Colombia procederá a imponer sanciones correspondientes a los implicados al considerarlos como responsables de infringir las regulaciones vigentes.
Según, el ente, es fundamental que la ciudadanía comprenda que esta área, al igual que otras zonas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas que se superponen con territorios indígenas, se administra en coordinación con las comunidades tradicionales y sus autoridades a través de un plan de comanejo que, en el caso del macizo intertropical prohíbe cualquier actividad turística.
Enfatizó además que, el Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta no está destinado al ecoturismo y que actividades deportivas de alto riesgo, montañismo u otras prácticas similares están estrictamente prohibidas en esta área.
La práctica de parapentismo que provocó este grave accidente no solo representa una profanación de sitios sagrados como el pico nevado Chundwa (conocido como pico Colón) ubicado en los resguardos Arahuaco de la Sierra y Kogui Malayo Arahuaco, sino también una violación a la ley.
El respeto y cumplimiento de las normas dentro de las áreas protegidas es esencial para salvar el patrimonio natural y cultural de todos los colombianos resguardado en nuestros Parques Nacionales Naturales. Solo con el compromiso y la responsabilidad de la ciudadanía podremos garantizar su conservación.
Así mismo el PNNC, expresa su profunda preocupación por el grave incidente ocurrido el pasado 14 de marzo en un área protegida y sagrada de la Sierra Nevada de Santa Marta.
El lamentable accidente tuvo lugar en una zona intangible y primitiva, con un estatus de máxima protección debido a su fragilidad ambiental e invaluable significado cultural.
La zona donde ocurrió esta tragedia es un territorio sagrado de vital importancia ambiental y cultural para los pueblos indígenas Kogui, Arhuaco, Wiwa y Kankuamo.
