SANTA MARTA RUMBO A LOS 500 AÑOS
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En el XIX Congreso de la Asociación Colombiana de Filosofía del Derecho y Filosofía Social “Asofides”, realizado en la Universidad del Atlántico, fueron presentados los libros “Símbolos del azar de este tiempo” de Galo Alarcón Contreras, “Recepción, fundamentos y desarrollos de la Escuela de Frankfurt en Colombia” de Óscar Mejía Quintana y “Emociones, democracia y anticolonialismo en Kant. El legado práctico del genio de Konigsberg” del jurista y filósofo Rodolfo Arango Rivadeneira. Los tres escritores ilustres son docentes universitarios, que es lo mismo que afirmar que son voces de la academia colombiana con ciudadanía universal.
Que no existan ahora las condiciones para convocar una Constituyente no quiere decir que Petro no esté tratando de crearlas. Es imperativo entender al adversario para poder enfrentarlo y derrotarlo. Muchas veces con solo develar el plan, el plan fracasa. El punto de partida es dar por hecho que Petro quiere quedarse en el poder.
La historia de las bibliotecas nacionales es bastante interesante, y muchas confluyen en el tiempo. Los gobiernos entendieron la importancia de contar con estas colecciones, no solo para la nobleza y las congregaciones religiosas, sino para el público. El siglo XVIII iba a mitad de recorrido; el Museo Británico abre la era de las bibliotecas nacionales, esas que pertenecen al estado y están abiertas para todos. Sir Hans Sloane, 1753, cede por 20.000 £ una colección de 40.000 libros y 7.000 manuscritos, grabados y dibujos, además de otros objetos. Gracias a la ley del Museo Británico, en ese año se incorporaron las bibliotecas Cotton y Harleian, y en 1757 se unió la Biblioteca Real. Un siglo después, bajo la dirección de Anthony Panizzi, se transformó en la más grande del mundo occidental: de 235.000 a 450.000 ejemplares. En 1857 el bibliotecario creó el catálogo “Noventa y una reglas de catalogación”, que sirvieron de base para el ISBD (International Standar Bibliographic Description); también, para catalogaciones digitales como Dublín Core.