Inesperada, dolorosa y lenta fue la muerte de Rosa Elena López Manjarrez, la adulta mayor que resultó herida a causa de una bala perdida en medio de un atentado que se registró el pasado 11 de mayo en el barrio Luis R Calvo, en Santa Marta.
Aunque luchó por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Julio Méndez Barreneche, a Rosa le tocó partir de este mundo terrenal.
Los hechos
El atentado que sentenció la vida de Rosa Elena se registró a las 9:00 de la noche del 11 de mayo en Luis R Calvo. Al lugar, llegaron dos sicarios en motocicleta y dispararon contra dos venezolanos que en su momento fueron identificados como Robinson Stick Gotopo Navas y Abraham José Araujo Hernández.
Del caso, se conoció que los dos extranjeros llegaron al puesto de comidas rápidas que administra Arturo; allí, uno de los pistoleros sacó el arma y le causó la muerte de manera instantánea a Stick Gotopo. El otro corrió para salvarse, pero fue perseguido y en medio de esta acción fue blanco de los impactos de bala que acabaron con su vida.
Presuntamente, los autores de este atentado que cobró la vida de tres personas también estarían implicados en el reciente asesinato de un patrullero de la Policía en el barrio Luis R. Calvo. Autoridades investigan el caso.
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Viacrucis en el Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche
La angustia para la familia de Rosa Elena no se redujo a la herida a bala; por el contrario, su desespero incrementó cuando ingresó a la sala de urgencias de la institución hospitalaria y no fue atendida de manera inmediata. Su hijo Arturo, quien la tenía en sus brazos tuvo que exigir la prestación del servicio para su madre, quien se desvanecía poco a poco.
Rosa fue impactada en el abdomen; sin embargo, los profesionales de la salud del Hospital Julio Méndez Barreneche no le atendieron la herida que le ocasionó el disparo. Según su hijo, los médicos la intervinieron por apendicitis, situación que se registraba por primera vez, pues la mujer de 84 años nunca presentó problemas de esta índole.
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Posteriormente, fue dada de alta y ahí comenzó su calvario: los dolores, la incertidumbre de no saber que tenía y la agonía de su familia fueron detonantes para su fallecimiento.
La zozobra para la familia López Manjarrez aumentó cuando les informaron que su madre debía ser trasladada a UCI porque sufrió una peritonitis a causa de la perforación que le ocasionó la bala y las intervenciones anteriormente realizadas.
Su muerte
Y en medio de la incertidumbre de no saber cómo respondía la ‘reina de la casa’, como tradicionalmente le decían sus hijos y nietos de cariño, llegó la noticia indeseada. Exactamente, a la 1:30 de la tarde llamaron a Arturo para informarle: tu madre no resistió y falleció.
Así fue como partió Rosa de este mundo, desconociendo si su muerte fue causa de una bala pérdida o una negligencia médica del Hospital Julio Méndez Barreneche, tal como lo denuncia uno de sus primogénitos, quien con el corazón arrugado le contó esta historia al periódico El Informador.