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Magia Caribe

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



La hipérbole caribeña es quizás un reflejo del diario transcurrir, donde las cosas se viven antes de que sucedan y de un modo tal que la más exagerada ficción palidece ante los sucesos del diario trasiego que allí ocurren.

Ahora, cuando Gabo cumple 85 años de existencia, han surgido miles de historias, episodios, anécdotas y hechos que corroboran a nuestra sorprendente región.

En Barranquilla, crisol en el que se fundieron al azar culturas tan disímiles como las europeas, la árabe o la africana con nuestros aborígenes, mestizos y mulatos; ciudad sin acta de nacimiento ni fundadores conocidos, sin antecedentes culturales importantes y escasa de figuras de renombre hace un siglo, hacia mediados de los años 50 y parte de los 60 se congregan en La Cueva y otros lugares menos conocidos (hasta en La Tiendecita) disímiles personajes que conformarían "El grupo de Barranquilla" como Ramón Vinyes, (el sabio catalán en la obra de Gabo), Alejandro Obregón, Alfonso Fuenmayor, Germán Vargas, el fotógrafo Nereo López, Próspero Morales Padilla, Enrique Grau, Juan Roda, Rafael Escalona, Julio Mario Santodomigo, Marta Traba, Feliza Bursztyn y Cecilia Porras (las únicas mujeres que entraban al lugar) y muchos otros de importancia en la cultura caribe, de los cuales hay uno muy destacado, respetado y querido por todos ellos, "el Nene" Álvaro Cepeda Samudio, periodista y escritor, pana, llave de Gabo. Servía el lugar para interminables tertulias literarias, sesiones de jazz, el chisme, la mamadera de gallo y, claro está, el Junior de Barranquilla como tema de fundamental importancia. Era previsible la eclosión cultural y artística que se producía a partir del grupo y su poderosa influencia en una creciente ciudad impregnada de los aromas de corrientes originarias de cualquier rincón del planeta.

No queda la menor duda del liderazgo del Nene en materia periodística y literaria no solo en los literatos del grupo sino en los periodistas de la época; es interesante observar cómo la obra del Nene y la de Gabo se entrecruzan como piezas del mismo rompecabezas: "La casa grande" y "Cien años de soledad"; la niña muerta a la que le sigue creciendo el cabello de oro muchos años después que relata Gabo en "El amor y otros demonios" con "Los cuentos de Juana", o el personaje del Nene que se ahora en la Ciénaga Grande y aparece como "El ahogado más hermoso del mundo" con Gabo.

Alimentados de fuentes literarias distintas, dicen que Cepeda le criticaba a García Márquez su enfoque costumbrista, sin saberse hasta que punto pudo modificar el trabajo del Nobel o si se impuso la terquedad del cataquero. De lo que no queda duda es que, de algún modo, El Nene fue fundamental para la obra y los premios de Gabo.

El siempre alegre, indisciplinado y jocoso Cepeda contribuyó con un par de eslóganes cerveceros que trascendieron la temporalidad: "Costeña y costeñita, tan buena la grande como la chiquita", y "Cerveza Águila, sin igual y siempre igual".

Ese Caribe, capaz de producir a borbotones personajes célebres en todas las expresiones posibles: futbolistas, boxeo, beisbolistas y grandes deportistas; compositores y cantantes; cocineros y gastrónomos; empresarios, académicos, periodistas, científicos, artistas en todas las expresiones, religiosos, humoristas, mujeres tan bellas como talentosas, modelos, actores y presentadores; periodistas, diseñadores internacionales, poetas, escritores, políticos destacados y de los otros (por desgracia…); en fin, toda una pléyade de leyendas que nos enorgullecen, más que como caribeños, como colombianos. No puedo pasar por alto la importancia que nuestra región tiene, ya no para Colombia, sino para el mundo en cabeza de tan brillantes protagonistas. Es también la región del ron, música universal, exquisita comida, preciosos lugares, fiestas y parrandas interminables, historias fantásticas,

Me dirán, y con razón, que en el lado oscuro está una pobreza desbordada, falta de oportunidades, problemas sociales que parecen insolubles