Con valentía, arrojo y hasta con un sentimiento de inconformidad y rabia, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, denunció que el Gobierno de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, se ha entrometido de forma grosera en las protestas de nuestro país para desestabilizarlo.
Esta verdad que quieren ocultar los seguidores de Maduro, pero que el mundo entero conoce, le gritó al mundo el presidente Moreno, quien denunció que existe evidencia certera de esa injerencia en las manifestaciones que han dejado al menos 11 muertos, bloqueos. asaltos a la ciudadanía y vandalismos en bienes de uso público y privado.
En su valiente denuncia Morenos dijo que Venezuela está interviniendo en Colombia para desestabilizar al Gobierno e implementar un sistema como el que ellos tienen. Las organizaciones de inteligencia de Ecuador detectaron la grosera intromisión, algo que el presidente de Colombia ya lo sabía pero que el mundo entero confirmó con las denuncia de Moreno que también expresó que las manos sangrientas de Maduro están metidas en el desorden que vive el país,
Moreno señaló que la protesta social no es violencia; pero, hizo un llamado a los líderes de la región a pedir de manera sincronizada el freno a la violencia en Colombia y que Maduro saque sus sangrientas manos del pueblo colombiano, que vive el dolor y la tragedia del momento de las protestas que dejan 11 fallecidos. Vale la pena recordar que la presencia de agentes que incentivan la violencia también fue detectada en otros países latinoamericanos durante las manifestaciones que sacudieron a la región en octubre de 2019, afirmación que hacen las autoridades que han detectado un proceso de coordinación de esfuerzos para desestabilizar simultáneamente a las distintas democracias de la región en el que participan “seudo-intelectuales”, políticos y empresarios. Ellos actúan coordinadamente, sincronizadamente, para conspirar contra los procesos democráticos.
Mientras esta denuncia de Moreno dejó en claro las intenciones de Maduro, el presidente Duque avanza en el diálogo de reconciliación nacional para poner fin a los paros escalonados que se presentan y que de una u otra forma están afectando el abastecimiento de alimentos en las distintas regiones del país, quedando confirmado que los desmanes se deben a manos criminales con lazos con el narcotráfico, por lo que se hace necesario unirse como sociedad y encontrar soluciones, aunque se siga sin tender la mano a las organizaciones de las protestas.
Estos diálogos son necesarios y urgentes pues la actual coyuntura demanda el gesto genuino de todos los actores para conversar sobre los temas que más preocupan a la sociedad colombiana,posición que apoyan todos los sectores que esperan el resultado del diálogo amplio, inclusivo, honesto, alrededor de temas estructurales y urgentes que requieren soluciones construidas como un gran pacto social y que adelanta el gobierno nacional.
