Día del Idioma: ¿cuáles son las expresiones más usuales del costeño?

Cultura costeña y su peculiar jerga

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La región Caribe no solo es reconocida por su folclor y sus riquezas naturales, sino también por el múltiple uso de palabras “raras” que caracterizan el dialecto costeño.
Entre las ciudades que más se destacan se encuentra Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, La Guajira y Valledupar, así como las poblaciones de Montería, Sincelejo y Corozal, lugares en los que se comparte el concepto de algunos términos, mientras otros son propios de la jerga subcultural.

Por otra parte, es necesario saber que la complejidad de este vocabulario se debe a la variedad de términos que componen una misma oración y la entonación que se le da en cada territorio.

Entre sus dialectos más expresivos se encuentra el “ajá”, que alude a una confirmación o se pone como palabra principal para abrir pregunta o hacer un reclamo y responder con la misma, por ejemplo:
-Ajá, y entonces ¿pa’ cúando la plata?
- Ajá, ¿leíste el mensaje? –“ajá”-
-Ajá mijo, andabas perdido.

Entre las que le sigue, se encuentra el “eche”, término que representa el estado de enojo, inconformidad o confusión del costeño:
-Eche, ven acá, ¿esta es la calle?
-Eche qué, ¿el más bobo?
-Eche, no estoy de acuerdo con eso.

Otra más que se le suma es “vaina”, expresión que se usa prácticamente para llamar las cosas en lugar del nombre propio, ya sea para referirse a un animal, objeto o persona, por ejemplo:
-Coge la vaina esa.
-Esa vaina sí da rabia.
- ¿Cómo es que es la vaina esa?
- ¡A vaina! Ya se graduó (Expresión de admiración en algunos casos).

También, dentro de la lista de las palabras más representativas está el “erda”, término derivado de la palabra “mierda” y utilizado mayormente en estado de preocupación o admiración:
-Erda, se me olvidó la reunión.
-Erda, ¡qué vaina bacana!
-Erda, y ahora, ¿Cómo hago?

“Bololó”, “zambapalo” o “pleque pleque”: Según el costeño, con estas expresiones se definen eventos de fuertes discordias, tales como las peleas de palabras o golpes, y también la cantaleta o cualquier tipo de desorden público.
-Se armó un bololó.
-¡Hey!, tienen un pleque pleque con la herencia.
-Se formó el zambapalo.

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En caso de referirse a algo de gran tamaño o demasiado bueno, se trata de exagerar con términos como “cule”, “tronco” y “cipote”, aunque en algunos casos “cule” redunde en la oración.
-Cule casa grande.
-Cipote aguacero.
-Cule tronco de carro.

Si al momento de escuchar “pelao” o “pelá” por boca de un costeño, entonces te está hablando de una persona, sea hombre o mujer, a quien se les llama “maluco” o “maluca” si se refieren a la descripción de su aspecto físico de manera negativa: No es tan agraciado.
-Qué dibujo maluco.
-Tronco de pelao bonito.
-Mucha vaina maluca.

Cabe aclarar que, no en todas las subculturas de la región Caribe se tiene el mismo dialecto, en algunas partes puede ser más complicado el aprender los rasgos de su identidad, los conceptos anteriores solo son algunos pocos generales de la mayoría de estas comunidades.
Ciertamente, a veces parece que se hablara en una lengua totalmente extraña, pero en ocasiones suena contagiosa al punto de ser remedada por extranjeros que califican al costeño como una persona divertida y espontánea, no por el comportamiento de unos pocos desenfrenados, sino por el carisma, la bondad y la gracia que los caracteriza.