Venezuela, ayer, hoy y mañana

Editorial
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La historia es necesario conocerla a través de los libros o de las enseñanzas directas o experiencias vividas, justamente con el objeto de que no se vuelva a repetir aquello que ha acontecido.

Y, así mismo, al tener pleno conocimiento de los hechos negativos, trágicos y nefastos sucedidos en determinado pueblo, esa información válida y real sirva para que otras naciones ante esas reconocidas situaciones malévolas no caigan bajo ese yugo que caracteriza un régimen marxista; por eso es conveniente saber o enterarse de lo que era Venezuela antes de que llegara al poder Hugo Chávez con su socialismo del siglo XXI, es decir, cómo era Venezuela en la época democrática.

El discurso demagógico preelectoral del candidato Hugo Chávez Frías en 1998 era: “una oferta de una Venezuela humana, de acabar con la pobreza, con la desigualdad social, respetar la propiedad privada y a las empresas, del cuidado y respeto por el medio ambiente, una política ecológica, una defensa de las minorías”. Los venezolanos vivían en uno de los países más ricos del mundo. En Latinoamérica ostentaban el primer puesto en cuanto a su desarrollo económico y social. A sus habitantes se les notaba la felicidad, tenían óptimos supermercados, sus hospitales magníficamente bien dotados, una red de carreteras con buen mantenimiento, universidades de categoría académica, una integral seguridad social, en suma había calidad de vida.

Unos servicios públicos satisfactorios; una eficiente comunicación telefónica móvil y fija; un transporte masivo que articulaba todos los barrios tanto en Caracas como en las poblaciones citadinas importantes; restaurantes de primer orden, teatros con los mejores espectáculos; orquestas sinfónicas y filarmónicas con prestigio internacional; orquestas para disfrutar del baile, discotecas y centros nocturnos por doquier; clubes con las mejores instalaciones deportivas y sedes sociales y una característica sui generis era que en los barrios más pobres tenían vehículos en sus puertas y los más sofisticados electrodomésticos.
Por causa de las guerras muchos portugueses, italianos y españoles emigraron a esa nación; les han prodigado hospitalidad y afecto y ellos aportaron a la industrialización y progreso de ese país.

Se pasó de la alegría a la tristeza, de la opulencia a la pobreza extrema, de disponer de todo a no tener nada, de respeto a la propiedad privada a expropiación de los inmuebles, de cambiar un ejército profesional por una banda armada revolucionaria, de vivir tranquilos a una total inseguridad, de contar con todos los medicamentos a su inexistencia, de gozar de libertad a la extinción de la misma, de conocer sus derechos y ejercerlos a la abolición hasta de los derechos humanos.

Pasaron de unos hospitales con dotación a los de hoy sin drogas, de una moneda fuerte a una que no tiene valor, desde que llegó la revolución en 1.998 hasta la fecha 2.021 le han quitado 14 ceros a su signo monetario a través de las reconversiones monetarias, de exhibir los almacenes y supermercados mercancía y comida en abundancia a estar desocupadas sus estanterías.

Simplemente un vuelco absoluto en contra de su pueblo. Ahora solo es miseria humana; es fácil destruir, pero qué difícil es reconstruir. Eso es lo que se logra con las ideas leninistas y la materialización de las mismas y es lo que nos espera si Petro llega a la Presidencia.

En cifras según la voz de América y la BBC la producción petrolera cuando asumió Chávez era de 2.936.000 barriles c/día y hoy es de 393.000. La misión de Pdvsa varió pues se dedicaron a comprar y vender comida y a construir casas y Alex Saab cumplió esa labor hoy juzgado en los Estados Unidos.

El futuro de esa hermana república bolivariana es incierto, la oposición no está unida, Juan Guaido no dio la medida y lejos de enfrentarse a esa tiranía cohabita con ella, pensando más en él mismo que en sus compatriotas. Felizmente existe un político de envergadura, un animal político por cuanto su vida es la política y la política es su vida, cuya hoja de servicios muestra transparencia, idoneidad moral, trayectoria y recorrido político, honestidad a toda prueba y capacidad administrativa.

Se trata de Antonio Ledesma, tres veces elegido alcalde de Caracas. Es la esperanza de los venezolanos. En consecuencia, deberán unirse los ciudadanos de bien en torno de este patriota y con el concurso de todos los demócratas del mundo primero sacar del poder a los corruptos de la narcodictadura y segundo llevar a la Presidencia de Venezuela a ese hombre que vendría a ser ese sí el salvador de la patria del Libertador Simón Bolívar.


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