Los seres humanos tenemos el compromiso de corresponsabilidad en la búsqueda de la igualdad y la equidad social en comunidad. Responsabilidad, unidad y consecuencia plena como soporte de un destino que marque la diferencia. La persona sabia orienta con argumentos constructivos, el que evidencia a través de la experiencia y la investigación; juzga la profundidad y viabilidad de las propuestas pleno raciocinio de reflexión para concertar decisiones, eso hace el hombre sensato.
El conocimiento adquirido por los seres humanos en las diferentes etapas de la vida se hace más próspero, notorio y evidente a medida que se va fortaleciendo en la destreza, operatividad o función de una profesión, arte u oficio, lo que conlleva a la experiencia; de allí que se tenga presente que el conocimiento es producto de esta, la falta de experiencia conduce a errores y puede interpretarse como la concatenación de saberes, producto de ellos adquiridos mediante el ejercicio de la práctica constante, permanente ininterrumpida.
Igualmente cobra importancia la participación conjunta de la familia, individuo, sociedad y Estado que facilite a ese individuo la ejecución de obras y repercutan en el desarrollo, para de esta manera agilice consigo y ejecute acciones concretas de avance social; unificar esfuerzos y trabajar conjuntamente aportando recursos entre todos y tomar decisiones que ameriten efectividad de proyectos para un funcional modelo de expectativas y necesidades, en las que se ha puesto sustancial apoyo para estructurar, plantear objetivos específicos, fomentar la formación de grandes potencialidades que representen expectativas de mayores logros. El hombre no es más que lo que la educación hace de él; implica ello que el ciudadano tiene la responsabilidad de construir una sociedad digna, respetuosa, con principios y valores; a su vez Aristóteles sostuvo "sin educación no hay sociedad", ya que esta se fundamenta en la comunidad de ciertas ideas: verdad, bien y justicia, esta debe ser la tarea constante de un dirigente. Estamos pues, obligados a fomentar día tras día incesantemente nuestra personalidad, dotándola de todas las fuerzas creativas y estimulantes de nuestra mente para contribuir a la realización del ideal supremo de la vida como es pertenecer a una sociedad cada vez más digna, noble, generosa y progresista.
Es de suma importancia hoy en la sociedad, trazar estrategias que busquen promover acciones coordinadas para minimizar la desigualdad, reducir necesidades básicas insatisfechas, para ello hay que tener prioridad en la atención en programas que busquen progreso, apoyo para garantizar el acceso a beneficios integrales, oportunos que garanticen bienestar social.
Haciendo un análisis concienzudo de esta temática se puede afirmar que las medidas normativas, jurídicas y administrativas deben penetrar al interior de la sociedad con el objeto de diseñar políticas e ingredientes que logren nutrir, mantener y fortalecer el proceso de desarrollo en general, porque de lo contrario llegará el acabose.
En materia de educación es trascendental destacar soluciones concretas y efectivas que graviten para que el proceso de enseñanza sea correcto, que priorice al máximo valores democráticos al igual que principios éticos, morales, tolerancia, inclusión, respeto por la diversidad, trasparencia y responsabilidad; promover la libertad de opinión, el debate y la participación comunitaria, solo así podrá la sociedad formar ciudadanos y ciudadanas integrales capaces de construir progreso de acuerdo al requerimiento de las circunstancias inherentes al ser humano.
