Retorna el Unión Magdalena a su tierra, de donde nunca debió salir; su escenario en esta oportunidad no será el Estadio Eduardo Santos de Santa Marta, lo más probable es que sea el Estadio de Ciénaga, la segunda ciudad del departamento del Magdalena a 32 kilómetros de esta hermosa bahía.
El descenso a la categoría B del fútbol profesional colombiano del Ciclón Bananero es lo peor que le ha sucedido en su vida deportiva de más de 61 años, este ha sido su viacrucis; la experiencia más difícil que ha vivido no solo el equipo bananero, también la ha padecido su afición, su hinchada; saliendo a relucir la honda crisis en todas sus dimensiones. Luego de 8 años largos de no encontrar eco en sus aficionados y además sin estadio, comenzó su peregrinaje, radicándose deportivamente en Riohacha capital del departamento de la Guajira, donde inicialmente encuentra afición, no igual por supuesto a la de Santa Marta. ¿En estos 8 años ha perdido afición el Unión Magdalena? Sí, claro que sí; al consultar niñas y niños samarios entre 10 y 12 años de edad muestran sus preferencias por equipos como el Junior, Nacional y otros, menos por "el equipos de casa", los adultos no cambian su equipo del alma, pero las nuevas generaciones sí.
Las directivas del Unión Magdalena, debieran pensar que antes que un patrimonio económico, que por supuesto comprendo debe obtener rentabilidad, los aficionados lo tienen como un patrimonio que lo sienten muy suyo. Qué tal que en trascurso de algunos años se enfrente el Unión Magdalena y otro equipo que haya cautivado pasión deportiva en Santa Marta y el Estadio acoja más aficionados de este equipo, el visitante que el del equipo de casa; es un gran interrogante a contestar, hay que trabajar en soluciones al respecto.
Intereses no pueden superar otros como los deseos de seguir al equipo samario por una afición incansable, persistente y cuyo interés es el fervor y la pasión por su equipo; fervor y pasión que se deben tener en cuenta hasta considerarlo patrimonio deportivo de Santa Marta y del Magdalena. La oxigenación al equipo debe llegar lo más pronto posible, hay que pensar en nuevos ideales que lo lleven a la categoría A, puede ser difícil pero no imposible, sus hinchas lo piden a gritos, lo requieren y creo se lo merecen.
Que sea este el inicio, para que ex - jugadores que hicieron historia aquí en el Unión junto con la afición existente, enfilen baterías e inyecten verdaderos esfuerzos por el Unión Magdalena. Ciclón Bananero bienvenido a su casa de donde nunca debió salir.
Verdaderos aficionados unionistas quisieran ver a su Ciclón en esta su tierra nuevamente, entre los que incluiría a mi abuelo materno, cienaguero que de vivir, estaría allí en primera fila para ver a su equipo del alma.
Concluyendo, solo con propósitos firmes, "sudando la camiseta" se podrá salir de ese atolladero en el que se encuentra; desatornillándose para que vuelva a llamarse con sobradas razones Unión Magdalena.