Bajo el criterio de equidad e inclusión social los avances de diálogo en la mesa de negociación en La Habana - Cuba entre el gobierno de Colombia y las Farc, reflejan solución al conflicto bélico existente, mediante la participación y concertación de acuerdos concretos.
El diseño y fundamento de normas en este proceso, dan un fresco y renovado impulso a las iniciativas, propuestas serias y ambiciosas con posible efecto de transformación. Propuestas que son antesala a un excéntrico periodo de estabilidad y progreso, cuyas razones prácticas y normativas con contenidos pedagógicos desmotivan la participación ciudadana. Fórmulas para refrendar estos acuerdos con más viabilidad y riesgos, enmarca el camino que se vislumbra y a manera de operación simple, de reingeniería y posibles efectos desestabilizadores. Los procedimientos replantean el enfoque actual de la guerra, la probabilidad de profundizar más en el proceso sobre todo en innovación, modernización que faciliten mostrar avances y fortalezas en la estructura del trabajo de conciliación del conflicto de la guerra hacia la paz. Se requieren propuestas y ejecuciones para documentar, consolidar y enriquecer los diálogos en forma productiva y positiva como espacio ideal en la divulgación de la innovación y medio de traducción en los resultados del proceso.
Esperamos que se consoliden y avance este proceso de dialogo entre las partes para desarraigar por fin esas duras realidades que no deben ocultar o minimizar a una sociedad que padece una dolorosa incapacidad para convivir, manifiesta en la violencia que golpea y frena la sociedad. Se requiere con urgencia y prioridad fortalecer estrategias metodológicas y pedagógicas como rasgo competidor por excelencia, además seguir aportando a la educación y a la cultura como herramientas vitales para construir un nuevo país.
Ejemplo y fuente de inspiración hemos impulsado y vivido en Colombia una verdadera metamorfosis, pasando del dolor y el miedo a la esperanza para avanzar el paso definitivo al ejercicio cada vez de la vida y de la libertad
Estos diagnósticos en el proceso de paz, deben enmarcarse entorno a diálogos académicos, amenos y sencillos que involucren la formación avanzada y a profesión del conocimiento del proceso de forma integral, coherente y sin exclusión de la actividad misional.
Este proceso de avanzada en los diálogos de paz que se desarrollan en Cuba debe interpretarse como un sello indeleble que nos caracterizan a los Colombianos que se sintetiza en la consolidación, logro de una autentica y verdadera paz que todos soñamos. No es esta una cuestión desafiante, es una realidad que tienen como compromiso garantizar progreso y solución radical, coherente y responsable del conflicto bélico y convertirlo ojala en aspectos positivos que se puedan diseñar e implementar en materia de seguridad trabajo y justicia.
El objetivo central de este proceso está focalizado en conservar una línea firme que excluya cualquier actitud errática en temas cruciales, medidas proteccionistas, puntuales, temporales y cortoplacistas. Es necesario hablar con claridad, sin tapujos y con críticas constructivas, no personalizar el estado de confusión y desasosiego, reconocer avances y reconciliaciones en lo positivo; motivarnos a enfrentar unidos con todas las fuerzas y decisiones para la construcción sociedad - país, equitativa y pacifica proyectada a la ruta de la innovación, metas de equidad y seguridad como propósito final.
Se piensa, se estudia y se lee sobre propuestas que hacen explosión de ideas en una misma propuesta; evitar al máximo las propuestas asistencialistas sin solución definitiva y sin medida estructural, antes por el contrario debe tener como misión que priorice una política existente, vasos comunicantes e intereses común.