El panorama político electoral que viviremos en éste semestre, nos ha llevado a una situación de tensión, como a la defensiva y polarizados. Se pide el voto para sutano o sutanejo sin haber realizado algo sustancial y sin saber que harán si llegan a obtener una curul.
Por estos días escuchamos frases tan acomodadas como: ¿Cierto que somos amigos de toda la vida?, “ Te pido el voto para mengano “, el interlocutor responde: “ ¿Cómo así que somos amigos de toda la vida?, “ Si sólo apareces ahora a pedir el voto mío y el de mi familia, solo para votar por un aparecido, que solo lo conocen en el patio de su casa, teniendo más corriente un aljibe”. Un caso para no resaltar más.
Unas personas que vendieron el voto, me contaron su experiencia al respecto, sucedió hace varios cuatrenios, los referidos fueron a solicitar ayuda al político ya elegido y éste enfurecido les contestó: “Que vienen a reclamarme ahora so partidas de..” y les mencionó sus progenitoras; también, los mandó a la quinta porra; continuó : “ Yo les compré el voto y ustedes aceptaron”, el político los dejó viendo un chispero y los ciudadanos se retiraron de su oficina bastante decepcionados, sin saber que hacer o ante quién quejarse. Esperamos que esta amarga experiencia sufrida por ese grupo de ciudadanos les sirva a muchos para no volver a cometer éste craso error; igual a quienes leen este escrito. Les pregunté a esos ciudadanos: ¿Qué sucedió luego? y me respondieron: “ Sucedió que el susodicho político, de postre, les echó la policía y a sus escoltas. ¿Qué opinan? Preguntamos: ¿Tendrán ustedes amistad con estos políticos?
Podemos pensar diferente y respetarnos, salgamos a cumplir con el derecho y deber de votar y continuemos con esa amistad; la amistad es todo, vale más que “ un político amigo”. Las amistades deben fundamentarse en el respeto mutuo. Los políticos pasan, aunque quieran perpetuarse en sus curules, pero, las amistades deben quedar.
Para sobrellevar este panorama político electoral por estos meses, la verdad es que necesitamos tolerancia, respeto y mucha paciencia, ya que estos factores pueden aumentar los niveles de aceptación de tu capacidad de escuchar y dialogar con los demás; de esta manera no surgirán el odio y el resentimiento. Existe una frase que, con mucha frecuencia expreso en diálogos con amigos, pertenece a un libro muy sabio: “ Examinadlo todo, retened lo bueno y desechad lo malo”.
Traigo al momento una frase de Leo Tolstoi: “El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace”; agrego con todo respeto con el señor Tolstoi: Hacer siempre con las amistades lo que se quiere, así no iremos en contra de un principio universal como es la convivencia sana, la cual es depurada por verdaderas personas. No es conveniente destruir amistades por posiciones políticas, políticos que como fantasmas aparecen cada cuatro años a endulzar el oído a desprevenidos incautos con promesas que no se realizarán; lo que da pie para el rompimiento amistad verdadera con política incierta.
La inclusión ciudadana con coherencia es necesaria para profundizar en avances que viabilicen la posibilidad de dar una verdadera vida a la periferia y lo marginal, arrastradas por el espíritu de la perturbación. El objetivo de este reto es que, desde ya, busquemos la excelencia, la innovación y la coherencia crítica, adicional a un esfuerzo descomunal, un cambio de actitudes que llevamos por tiempo enfrascadas y tapadas. Sacrificios y compromisos deben surgir, mediante los cuales se pueda sin lugar a dudas desarraigar la feroz batalla doméstica, propia de una pesadilla llena de confusiones y atrocidades del pasado.
Finalmente, corresponde señalar que el título de esta columna periodística, surgió del consenso en una reunión cordial con unos amigos al inicio de la presente semana.