En esta ocasión, el 5 de diciembre, por primera vez en la historia electoral colombiana, los jóvenes entre 14 y 28 años de edad tendrán la oportunidad de elegir y ser elegidos, para hacer parte de Consejos de Juventud.
Las ideas, propuestas y compromisos de esta etapa de la vida, deben entender los jóvenes que les corresponderá emprender, iniciar y beneficiar. El empoderamiento que enfocan ellos en la actualidad es vital ejercerlo y más en esta época y con las circunstancias que el país vive.
Este laboratorio de la democracia permitirá ir moldeando a nuestros jóvenes dentro de una proyección de pensamiento más maduro y responsable en el contexto político. No es correcto que los jóvenes de hoy, se muestren apáticos al acontecer político; ellos, más que todo deben ser actores y protagonistas. Es preciso recordar que en el pasado los establecimientos educativos oficiales, se caracterizaban por tener Consejos Estudiantiles y estaban pendientes de todo el andamiaje, por lo que se distinguieron, hoy no tienen ese furor que mantuvieron. Serán 1.097 municipios del país, donde se realizarán estas justas electorales.
Observé en televisión, hace pocos días a un reconocido político tradicional, de ésos que deben renovar los jóvenes, manifestando: "Estuve ayudando a escoger las listas de jóvenes para conformar los Consejos de Juventud ", ¿Qué tal? " ayudando", nefasta ayuda; recogiendo el aforismo natural: de tal palo tal astilla, lo que trasmitirá este personaje será el continuismo. Los jóvenes que han tenido ese privilegio de ser incluidos en listas, no deberán prestar atención, ni atender " sugerencias políticas", de que los postulan, ya que esto solo los llevará al engranaje de la corrupción existente en Colombia. Ese joven, elegido Consejero debe sacudirse y no hacer parte de esa vieja política, que los mayores han impuesto y no nos han llevado a mejores condiciones de vida.
Se estima que estos Consejos de Juventudes, sean foco de ideas a desarrollar para ellos, sin los vicios de los adultos; muchos políticos los verán como una piedra en el zapato, la verdad, es que saltarán a la palestra impolutos, para mostrarse así en todos los ámbitos que quieren cambiar, claro está de una manera responsable. Eso sí, deberán corresponder a un real cambio generacional, algo que debió suceder décadas atrás, los jóvenes lo pedían a gritos.
Recomendamos que este proceso democrático sea independiente; es preciso que cada día cobre más fuerza, sea neutral, autónomo; libre de castas políticas porque de lo contrario nada ganaríamos. Hay que aplaudir y apoyar al máximo esta iniciativa arrolladora, para hacer de Colombia un país renovado en todos los sentidos.
Queríamos ver más mujeres en las listas de aspirantes, no sucedió así, se mostraron muy tímidas, poco atrevidas a dar este paso; las esperamos más decididas a participar en la próxima contienda electoral.
Esperamos que este conglomerado de jóvenes ya elegidos, manifiesten su potencial sobre lo que han pensado, que sea realizable; siempre pendientes de su labor desde el inicio, desarrollo y resultados pretendidos, para satisfacción de ellos y también de la sociedad. Sin duda alguna es el momento para que expresen su liderazgo político de valía, eso sí pidiéndoles que brinden confianza a sus electores.