El pasado miércoles víctima de un edema agudo de pulmón secundario a insuficiencia crónica según dictamen médico, dejó de existir el astro argentino de futbol Diego Armando Maradona; a quien el mundo conoció como el número 10 más famoso de la historia del balompié mundial.
El gran “Pelusa” como lo llamaron cariñosamente, fue de los pocos futboleros que con sus pies escribió gigantescas hazañas colosales, hoy el vocablo Maradona es conocido en todas las lenguas humanas, nadie como él logró simbolizar la idealidad más altas y definir mayor número de emociones. Argentina su patria se halla por todas partes combatida aún siente que lo necesitaba y el paladín se ha ido, y se ha ido para jamás volver.
Es ciertamente deplorable que aquella suma de energía deportiva, que aquel prestigio futbolero, que aquella autoridad atlética, que aquel papado de espíritu que emana solo de los ídolos, se halla marchado de manera fugas sin el mínimo despido, es increíble que unas piernas y un balón encierren tanta historia, muestre tanta gloria, vele tanta virtud y selle tantas esperanzas, verdaderamente es sorprendente que aquel hombre que fue un ícono del fútbol, que mostró grandes virtudes a la juventud, en tan corta edad ya no nos ve, ni nos oyes, ni nos habla, él que fue todo ojos, él que fue todo oídos, él que fue todo verbo, hoy una inmensa valla de tiniebla nos ha separado de este grandioso emblema del fútbol. Sus grandiosas jugadas no serán desechadas, la Argentina a quien tanto amaste, te sabrá agradecer y no dejará de llorarte.
Tanto él como Pelé hicieron del balón y sus patadas golazos que sólo los magos del fútbol saben realizar. Sus inspiraciones competitivas lo sacaron de este continente y lo trasladaron al mundo europeo, donde sus hazañas reflejaron la verdadera magia del único deporte que desconoce el usar de las manos.
Por su grandeza de héroe el presidente argentino Alberto Fernández anunció tres días de duelo por la desaparición del hombre que dejó marcada en la mente de los seguidores del fútbol el emblema del número 10 inigualable. Sus esfuerzos, sus virtudes, sus grandezas, vivirá en la mente de los seguidores de este deporte tanto como vivirá la verdad. Las grandes figuras como lo fue Maradona tienen toda la tierra como sepulcro, y no solamente en su patria las inscripciones grabadas sobre la piedra dan testimonio para ellos, sino que en las mismas comarcar extranjeras un recuerdo no escrito vive en todas las almas y representa su generosidad más aún que sus acciones.
Mientras viva el fútbol y mientras viva América, mientras perdure la gloria y subsista el prestigio, habrás de vivir tú, ¡inolvidable Maradona¡
Si Dios te llamó a tempranas horas es porque ha comprendido que los grandes ídolos como lo fuiste tú, también tienen derecho al reposo y a la tranquilidad.