Seguridad: Inversión; Seguridad: Armonía; Seguridad: Tranquilidad.
Entre los tipos de violencia que genera la inseguridad están: La física, la psicológica, económica, verbal, sexual, espiritual, cultural y laboral; cada una se manifiesta en forma particular con consecuencias bien definidas.
No es posible desarrollar a una sociedad si no se acude a estrategias que fomenten el control, el orden y el desfase propio del crecimiento de los asentamientos humanos. Estamos hablando de la seguridad y convivencia ciudadana, insumo articulador que evita se origine el caos, desorden y la ruptura del orden social. Estas son actitudes que el ser humano tiene que crear en su ser inferior, conciencia. Cuando la sociedad aumenta su comprensión, conocimientos y habilidades, sus decisiones en el proceso participativo, se vuelve más activa y plena. Este crecimiento hace más exigible el diseño e implementación de políticas acertadas que incorporen criterios de orden y control que funcionen a manera de muro de contención para contrarrestar la incidencia de cualquier brote de alteración, saqueo, extorción, hurto, atropello, violación de los derechos humanos y demás manifestaciones contra la comunidad.
Como puede deducirse la reflexión y apropiación de la situación de inseguridad en el contexto universal nos impulsa a unificar criterios de alternativas de proyección al contorno del trabajo con las comunidades. La experiencia, comprensión y significado de la seguridad y convivencia ciudadana solo se gana en la práctica; por lo tanto, es posible y necesario que las estrategias se sigan aplicando tras la finalidad de lograr una sociedad ordenada, armónica y equilibrada.
El desarrollo comunitario debe estructurarse en la consolidación de una convivencia que impida la presencia de cualquier flagelo propio de la inseguridad. En ese sentido, misión y visión de las Secretarias de Seguridad y Convivencia Ciudadana; además, de identificar, diagnosticar y trasladar recomendaciones al Ejecutivo para la solución de problemas; también, debe articular acciones educativas para que la comunidad se organice, defina necesidades, formule planes, ejecute roles que conduzcan a elevar el nivel de vida en forma continuada entorno a parámetros de un verdadero sosiego, paz y tranquilidad.
¿Si la inseguridad se incrementa y no se controla será que podemos crecer a nivel local, regional o nacional? No. Invirtiendo en seguridad encontraremos prosperidad comunitaria; lo importante aquí para quienes ejerzan este roll, es tener una seguridad emocional para actuar, experiencia, no declinar, ser insistente, persistente; sin apasionamientos extremos, con el propósito que den resultados las medidas o disposiciones que se impactan.