Asombra este acontecimiento, lo deja a uno perplejo; oscuro, bastante oscuro el panorama en Nigeria. El presidente de ese país africano, Muhammadu Buhari, durante una visita a Berlín, rechazando las opiniones políticas de su esposa Aisha Buhari, le respondió de una manera machista: “no sé exactamente a qué partido político pertenece mi mujer, en realidad su lugar es mi cocina, mi comedor y el resto de habitaciones de mi casa.” Esto debido a que su cónyuge manifestó a la prensa que no respaldaría a su marido en las próximas elecciones, de no implementar reformas necesarias a ese país.
Aterrado queda uno al saber lo que piensa este cavernícola nigeriano y sobre todo por el mensaje nefasto que entrega al mundo y especialmente a su país; ya que destina al ostracismo a las mujeres y en cierta forma las ridiculiza; además tuvo la desfachatez de decir que él tenía más conocimiento que ella. Si las mujeres no se dan cuenta de este notorio machismo y del que les rodea en Colombia, ya es hora que lo hagan. El pronunciamiento machista no sucedió en Nigeria, fue frente a la mujer más poderosa del mundo, la canciller Angela Merker; observé por los medios de comunicación el gesto de desaprobación que hizo la mandataria alemana y luego soltó una sonrisa displicente.
Aisha, que ha notado las falencia de su marido como gobernante, incluso ha recomendado las reformas que requiere Nigeria, podría perfilarse como una futura contendora de su marido y por qué no presidenta; ella debe acabar con esa sumisión y desatar ese potencial adormecido que deja entrever. ¿Qué opinan apreciadas lectoras? A la señora Aisha, le sugiero que sea candidata y me atrevo a decir que la asesoraría.
Buhari de 74 años de edad, militar que derrocó a un presidente elegido democráticamente, vuelve al poder por la vía electoral en 2015, a gobernar un país de 185 millones de habitantes, rico en petróleo y gas, que manejan empresas extranjeras. La mayoría de los nigerianos viven con menos de 1 dólar al día.
Con este comentario machista, Buhari quiso mandar al carajo a su mujer o ponerla en su lugar, reivindicando algo como si fuera suyo, el poder; pero el tiro le salió por la culata. Es cierto que como militar fue formado en Gran Bretaña y responde a intereses europeos a los que quiere favorecer; una vez en el poder estos “dirigentes” tratan a sus ciudadanos mucho peor que los poderes coloniales. Por eso es que África no progresa, hasta sus mismos gobernantes, nacidos allí, les hacen la vida imposible a sus ciudadanos; esclavizándolos de múltiples formas y aquí muchos afrodescendientes sacan pecho y se ufanan de esa tierra. Les recomiendo que se queden con nosotros por lo menos no aguantarán tanta hambre como allá. Oye Jairo, te estás saliendo del tema me dicen por aquí mientras escribo. Bien hay que borrar del panorama y de las mentes de muchas personas la frase que: “los hombres son machistas por naturaleza” y de algunas mujeres que no se explica uno donde viven, que dicen: “quiero un hombre y que sea remacho”.
El artículo 13 de nuestro texto constitucional, señala que no se debe discriminar por razones de sexo lo que sucede en el país africano como lo hemos referido y que puede estar o mejor está ocurriendo en Colombia; conducta anómala que permanece subsumida en nuestra sociedad y tanto mujeres como hombres no la quieren admitir. Ni machismo, ni feminismo.
Las mujeres son las protagonistas, están en plataforma para cosas mejores cada día, levantar vuelo y no aterrizar en cualquier pista.