El Congreso de Colombia aprueba el feminicidio como delito, con penas de hasta 45 años de cárcel. Se tipifica esta conducta como un delito autónomo con el fin de sancionar la violencia contra las mujeres por motivos de género y discriminación.
El feminicidio es el homicidio causado a las mujeres por el solo hecho de ser mujeres; es el resultado de la violencia reiterada que ha ido en aumento y que los organismos del Estado no le pusieron el debido cuidado oportunamente.
Los hombres con actitud machista que por lo general son los que realizan esta conducta dolosa, creen que son los propietarios de las mujeres con quienes conviven o pretenden vivir; ejercen ese tipo de demostraciones tanto en lo público y más en lo privado, actúan así para que los vean y hacen con la mujer lo que les plazca. ¿ Qué tal eso?. Comportamiento este que en algunas regiones del país es más notorio y avalado culturalmente; el que se debe acabar o disminuir, ya que refleja la mayor expresión de violencia contra ellas.
Esta conducta debe ser rechazada de plano, repudiada por todas las mujeres y también por hombres que las deben considerar, reconocer ya sea como esposas, compañeras, amigas o simple mujer y tratarlas con respeto.
Las fallas en las que las autoridades caían eran que las conductas previas al feminicidio: el acoso constante, violencia física, verbal, sicológica, las consideraban conciliables, cuando no debe ser así; se les debe creer a ellas y atenderlas inmediatamente y con la atención precisa. Son autoridades que se hacen los sordos, ciegos y mudos, no actuaban; ignorando lo que se podría desencadenar, desconociendo la gravedad de los antecedentes y considerándose "funcionarios eficientes", que utilizan el mecanismo de la conciliación para quitarse procesos de encima, disminuir sus anaqueles de expedientes, dando a entender que impartían justicia. ¿Cuál justicia?.
Para resolver esta situación se debe concientizar y fomentar en la igualdad de derechos y respeto de los mismos. La cura o tratamiento contra el machismo será una vacuna de respeto, no de una sola dosis sino de varias durante toda la vida.
Las investigaciones sobre el feminicidio podrán iniciarse de oficio y llevarse a cabo inmediatamente por las autoridades correspondientes. La ley considera factores de agravación a quien cometa feminicidio, tenga la condición de servidor público, cuando se cometiere en menor de edad, mayor de 60 años y mujer embarazada.
Dentro de las tareas que debe sembrar y cosechar la sociedad es cultivar, cimentar una educación formativa en el niño, el adolescente, en el hombre, que desarraigue la conducta de machismo. Es el momento para que los hombres reflexionemos sobre el tema, se analicen las causas y las consecuencias y pongamos nuestra cuota inicial de no agresión a ese ser maravilloso que es la mujer, asumiendo nuevos modales de comportamiento y entendimiento con ellas, tratándolas con respeto y como a vaso frágil; constituyendo con ellas relaciones de convivencia más firmes, sinceras y logrando metas de manera armónica.
La disposición a seguir es que el feminicidio como delito y todos los comportamientos previos a éste, sean rechazados por todos y que sea castigado con la severidad que considera la ley, para que no sea objeto de burlas y no se convierta en letra muerta.