Plan de contingencia y aumento de la tarifa del agua, en lo tratado durante debate en el Concejo

José Rodrigo Dajud Durán atendió los llamados de atención y sugerencias realizadas por parte de los concejales sobre su venidera gestión con la Essmar.

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Uno de los grandes problemas que ha padecido Santa Marta en los últimos años ha sido el desabastecimiento del agua. Esto ha generado inquietud en los samarios que constantemente claman para que vuelva la distribución del agua y no el incremento de la tarifa en las facturas de servicios.

La capital del Magdalena está viviendo una de los peores caos en los últimos años: la insuficiencia del agua potable. Si bien, es un recurso que las grandes ciudades debería tener con regularidad, Santa Marta ha sido víctima de la mala administración de las empresas que han llegada a esta ciudad a operar el vital líquido, pese a que posee caudales naturales que pudieran abastecer a la demanda poblacional que diariamente padece de esta escasez.

Diversos aspectos negativos han encendido las alarmas ante esta problemática que llama la atención a los miembros del Concejo Distrital y que la mañana de ayer, citaron a los actuales representantes de la empresa de servicios públicos de aseo de Santa Marta, Essmar, para dar respuestas a las inquietudes más apremiantes que aqueja a la comunidad.

El gerente de la Essmar, José Dajud, respondió a las preguntas elaboradas por el Concejo sobre el ajuste de la tarifa del agua y los planes de contingencia para afrontar la temporada de sequía que se aproxima en Santa Marta.

Plan de contingencia

Dajud estima que las soluciones a corto plazo en la ciudad “no cuesta más de 600 mil millones de pesos y que se pueden ejecutar rápidamente, y así contar con agua en los próximos 30 años”.

Uno de los principales problemas que se tienen que resolver son el sistema de distribución y alcantarillado, antes de traer el agua a Santa Marta, para poder identificar la problemática de la repartición que posee esta ciudad.

Entre las principales soluciones que se vienen adelantando desde la Essmar, el Gerente informó que los proyectos ya fueron radicados, en la línea norte-sur y que se deben entregar en los próximos 65 días.
Entre las diferentes propuestas que hicieron los concejales, fue la de no descartar la posibilidad de hacer una planta desalinizadora en la ciudad para poder abastecer de agua a toda la ciudad.
Entre las diferentes propuestas que hicieron los concejales, fue la de no descartar la posibilidad de hacer una planta desalinizadora en la ciudad para poder abastecer de agua a toda la ciudad.

Dajud resaltó que Santa Marta necesita 2 mil litros de agua por segundo, para poder operar bien. Mientras tanto, que la planta de captación y de tratamiento, actualmente puede producir 1.500 litros por segundo, es decir, que sin los contratiempos que padece el sistema, la ciudad podría contar con una distribución eficaz, un hecho que se aleja de la realidad.

El problema de la sequía se debe a una desviación de casi 2 mil litros por segundo en el municipio, porque los caudales y los ríos se han venido abajo y ese factor ha impedido el curso regular con el tratamiento.

Ante este panorama crítico, el Gerente hizo un recorrido por los cauces de los ríos de Manzanares, Gaira y Piedra, que hoy alimenta la planta de captación y se evidenció que el caudal está siendo represado en las zonas de arriba por empresas naturales que evitan el fluido de los ríos que, adicionalmente al verano que se aproxima, su tendencia a la baja sea mucho más fuerte y mucho más rápida.

Entre las soluciones más próximas es ir nuevamente a hacer las visitas en compañía de funcionarios de Corpamag y Policía Ambiental, para evaluar la generación de agua potable, pero sin afectar el caudal natural de los ríos.

Necesidades del usuario

Durante la sesión ordinario, los concejales hicieron hincapié en la necesidad de responder y cumplir a las promesas que se le hacen a la ciudadanía, porque si ellos se les dice que el agua llegará cada cuatro días, entonces de esa forma debe hacerse, sin caer, en incumplimientos, porque de lo contrario se generan molestias en los usuarios.

Una crisis como la del agua, que no se gestiona, se convierte en una oportunidad para hacer negocios ilícitos con la venta de agua con carrotanques, donde usuarios han tenido que gastar entre 70 y 150 mil pesos mensuales, como mínimo, por el cartel del agua.

Otro de los grandes problemas o inquietudes que expusieron los concejales, son el ajuste o aumento de las tarifas, cuando aún el problema de la insuficiencia del agua todavía persiste, ya que aún no se cubre la demanda en toda la ciudad y que representa una gran preocupación para los samarios.

Para el concejal, Juan Carlos Palacios, en la ciudad no existe una cultura para a conservación del agua y que debe trabajarse también en campañas de concientización, aunado de la revisión continua de las albercas que poseen algunos sectores, así como también de las tuberías.




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