Panorama Jurídico

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Estas dos situaciones nombradas en el título de la columna, la última más cacareada por éstos días, podrán surgir de la falta de justicia, justicia soslayada, parcializada o dirigida; en síntesis, tiende a enredar, enlodar y desdibujar más a esa mujer sorda, ciega y muda que representa la justicia, que tiene una balanza en la mano y mantienen muchos jurisconsultos en sus escritorios.

Apreciamos que la sanción social es más profundo el contenido y sus consecuencias, ya que es expresión de la sociedad ante hechos que la conmueven y estremecen, aunque la justicia verdadera no corresponda, si la justicia formal. El perdón social lo estimamos, aproximándose a una expresión avalada previamente por un indulto colectivo. Reiteramos si la justicia impartida por los jueces de la República no es meridiana, no será una verdadera justicia, así de sencillo. Decae la sanción social y se incrementa o "coge fuerza" la idea del perdón social, como algo novedoso, impactante que al común le suena, sin otear detenidamente; además, sin pensar las consecuencias.

Encontramos a la sanción social como una manifestación que entrega el conglomerado; también, una reacción o rechazo social ante resultados atroces, anómalos que le han perjudicado en grado sumo. Este tipo de comportamientos reciben una sanción social; además, de la jurídica. Preguntamos: ¿Qué hace que la sanción social aparezca? Son los actos que perturban un entorno social que entregan una actitud o forma de actuar. Las consecuencias de no cumplir, acatar la norma, desencadenan la aplicación de la fuerza institucional, una pena, sanción jurídica y accesorias.

Se opaca la sanción judicial, incrementándose el cacareado término por estos días, el perdón social, propiciado e impulsado por políticos, no por juristas; fácil para deducir y manifestar que el referido perdón social, estaría supeditado al vaivén político, coyuntural y a conveniencias para el momento.

Preguntamos: ¿Estaremos próximos a entregar o vivir una justicia preferencial? Pareciera que sí; promotores del perdón social consideran, argumentando que se debe conceder una segunda oportunidad al delincuente, así sea un corrupto. ¿Cómo quedarán los jueces que sentenciaron a ésos? ¿Burlados? Como podemos observar aquí, la justicia está de capa caída y quedará peor al cambiarse por unas pocas decisiones tomadas legalmente, lo ideal fuera que esos fallos emanaran del elector primario, mediante referendo.

Recogemos una frase, que actualmente expresa un candidato presidencial: ¿Para qué los perdonan si van a seguir en la calle haciendo lo mismo?  ¿Será un desastre judicial lo que se pretende? Debemos admirar la justicia y ejecutores de la misma, convencidos, justos que hacen lo que sus conciencias les dicen; la respetan, sin revanchismos la hacen prevalecer.

En éstos momentos de carencia de ética, caos judicial, será ideal armar, rearmar y fortalecer los mecanismos de justicia, no desarmarlos.