Una movilidad al alcance de todos

Columnas de Opinión
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Es evidente que, en materia de movilidad, Colombia, los municipios y los territorios están en deuda. Una muy grande deuda, que a juicio de algunos es impagable e insuperable, por ende, asertos que soportan en el hecho cierto que los ciudadanos gastan tiempo excesivo a la hora de trasladarse de un lugar a otro a otro, los trancones no respetan ninguna hora, no hay vía principal que no se atasque en cualquier momento, el mal comportamiento de los conductores y los múltiples incidentes y accidentes que se reportan a diario, entre otras consideraciones; lo cual afecta en alto grado y el ánimo de la gente que incide gravemente en la productividad de la ciudad.

Genera permanentemente, los reclamos justificados emanados tanto de los propietarios de carros particulares por falta de vías, de ciclo-rutas, jornadas sin carro, la persecución de las autoridades y la persecución del que han sido objeto; como los usuarios de transporte público, que sufren a diario la pesadilla de los que utilizan un transporte público que debe ser digno para las personas y sobre todo con responsabilidad para el medio ambiente (buses eléctricos y sostenibles con el medio), la falta de frecuencias en rutas en diferentes vías a nivel nacional en los municipios de Colombia, la matonería del transporte informal, los buses llenos y la agobiante inseguridad galopante todos los días.

Sabemos, y en ellos debemos ser objetivos, se ha hecho tarea frente a este problema; no obstante, no se impacta en manera suficiente. Se han inaugurado avenidas, puentes (en diferentes municipios de Colombia); ejemplo de una buena gerencia que dejó comprometido en la ciudad de Bogotá la pasada administración: es el proyecto del metro avanza, el cable es una realidad en una de las localidades mas vulnerables del Distrito Capital, se ha remodelado la flota de Transmilenio, hay más troncales y puentes vehiculares, la red de ciclo rutas supera los 500 kilómetros siendo el Distrito Capital pionero en esta materia, y el incremento del uso de la bicicleta como un medio alternativo para cuidar el medio ambiente a pesar de la inseguridad a que nos vemos sometidos a diario y que la verdad no se ve solución por parte de la administración de turno.

Se añade el logro del descenso de las muertes en la vía, gracias a campañas de prevención y la reducción de a velocidad, que le ha valido al Distrito Capital ser reconocida internacionalmente por este tipo de iniciativas, sin embargo, en toda Colombia toda hace falta una cultura en el cual el peatón y los actores viales se respeten uno al otro.

La movilidad es, junto con la seguridad, el problema abiertamente más complejo que debe enfrentar cualquier mandatario en cualquier ciudad del orbe. Las horas que se pierden en los trancones son infinitas, y solucionar los múltiples desafíos que subyacen en ella y complacer a toda la sociedad es en verdad supremamente difícil.

Por último, y manera de reflexión la escasa destinación presupuestal para la planeación y estudios de movilidad; en ruta a que las soluciones sean el producto de estudios y planeación que se ajusten al problema de nuestro país, territorio y municipios y no tornar modelos prestados que para nada se corresponden con nuestra realidad y propias necesidades; es por ello, que deben ser los mandatarios locales con la ayuda y articulación del gobierno nacional gestionar proyectos y avanzar en estos mismo para que los municipios avancen comprometidos para ser visibles como ciudades inteligentes y no quedarse más aun atrasados sin verdaderos modelos de sostenibilidad competitiva.