Escrito por:
Hernando Pacific Gnecco
Columna: Coloquios y Apostillas
e-mail: hernando_pacific@hotmail.com
Muchas veces leemos textos maravillosos sin profundizar en la vida de los autores; nos quedamos en la obra y su trascendencia sin explorar la huella que les orientó. El escocés Sir Arthur Conan Doyle nos legó uno de los más brillantes personajes en el arte de la deducción para solucionar casos policíacos. Médico oftalmólogo de profesión, de ojo perspicaz, Conan Doyle escribía sus historias cuando se lo permitían sus pacientes; fue amigo cercano del escritor James Barrie, el de Peter Pan. Conan Doyle presenta por primera vez en las novelas policíacas la figura del detective consultor, Sherlock Holmes. Su primer libro “A study in scarlet”, fue diseñado por su padre, ilustrador profesional.
El habitante ficticio del 221B Baker Street en Londres estaba inspirado en el médico escocés Josep Bell, un maestro de la observación clínica a quien Conan Doyle conoció en la facultad de medicina de la Universidad de Edimburgo. Arthur introdujo el uso de la lupa para su detective, antecedente de los microscopios en las investigaciones forenses. Algunas curiosidades: la frase “Elemental, mi querido Watson”, no aparece como tal en la obra; sí están por separado ambas partes de la frase; esta fue creada por Pelham Wodehouse. Muy cerca del Museo de Madame Tussauds, sobre Marylebone Road, hay una estatua del imaginario detective con gorro de cazador y pipa curva, objetos que jamás aparecieron en el relato original.
Cuentista y dramaturgo, es famoso el médico ruso Antón Chejov; literato universal, se enrutó en las corrientes literarias del realismo y el naturalismo. Maestro del cuento corto, vivió en la época del imperio ruso. En sus piezas teatrales primó el naturalismo, pero lo impregnaba de simbolismo y su propia técnica, denominada acción indirecta por Chejov. Con una juventud de estrecheces, escribía para ganar el sustento en la Universidad de Moscú, influenciado por su madre, gran cuentacuentos. Es considerado uno de los clásicos del relato corto, como Poe, Maupassant o Borges; influyó en autores como Tennessee Williams y Arthur Miller.
En la generación del 14 aparece otro destacadísimo médico escritor, Gregorio Marañón. Internista, científico, historiador, político, escritor y pensador español, tuvo una brillante carrera en la endocrinología, su especialidad; fue alumno de Ramón y Cajal, ese brillante científico y político ibérico. Entre los amigos de su padre estaban Benito Pérez Galdós, Marcelino Menéndez Pelayo y José María de Pereda, con quienes se codeaba. Académico de ocho congregaciones, humanista y liberal, es considerado uno de los más valiosos intelectuales españoles del siglo XX. Fue el médico de Alfonso XIII, rechazó la dictadura de Primo de Rivera, y se exilió voluntariamente. Obtuvo grandes reconocimientos; es indiscutible su aporte a las ciencias y las artes, particularmente a las letras. Escribió numerosos tratados de medicina, historia, arte y, sobre todo, del pensamiento.
Hijo de médico, el galeno español Pedro Laín Entralgo fue psiquiatra, químico, historiador, ensayista y filósofo; escribió principalmente sobre la historia del saber médico, antropología, la crítica intelectual y literaria, y su preocupación por los problemas de España. Falangista inicialmente, evolucionó hacia ideas más liberales y democráticas. Discípulo de Ortega y Gasset e influenciado por Eugenio D´Ors; su principal preceptor fue Xavier Zubiri, su gran amigo El destacado libro “España como problema”, generó bastante polémica; crítico y autor teatral, dejó escrita su visión filosófica en varias obras. Fueron tan profusos sus escritos como los temas abordados. Una de las mentes más brillantes del siglo XX, entregó un maravilloso legado de merecida lectura.
Félix Martí Ibáñez, brillante médico psiquiatra y exquisito escritor, migró a los Estados Unidos tras la Guerra Civil española; se nacionalizó estadounidense. Allí fundó la magnífica revista MD, con edición en español: temas fascinantes, escritura elegante y obligada lectura. Se inspiró en Gregorio Marañón para profundizar en la relación médico-paciente; escribió distintos libros relacionados con la medicina. Fue educado en una familia culta; su padre, educador y humanista, autor de 500 libros, y su madre, consumada pianista, fundamento y erudición que plasmó en sus escritos.