Escrito por:
Hernando Pacific Gnecco
Columna: Coloquios y Apostillas
e-mail: hernando_pacific@hotmail.com
El reconocimiento a los logros importantes o significativos es difícil y fugaz. Muchos artistas nunca fueron correspondidos en vida; solo después de su partida de la dimensión terrenal llegó el reconocimiento. Algunos artistas célebres tomaron el camino opuesto: rechazo a los galardones. Por distintas circunstancias, algunos no recibieron personalmente sus trofeos.
En el mundo del cine, lograr un Oscar en Los Ángeles o algún premio de igual categoría es tocar el cielo con las manos. No obstante, algunos elegidos -actores, guionistas, directores o músicos- se han abstenido de entrar al Olimpo de los Premios Oscar. La historia comienza con Dudley Nicholls; en 1936 rechazó el premio Oscar por el guion de “El delator”, como parte de un boicot para ser reconocido por parte de un sindicato de actores. Dos años después subiría al escenario para recibir el codiciado premio.
George Scott también rechazó el premio; en 1970 fue nominado como mejor actor por su papel en “Patton”, pero se negó a recibirlo dadas sus críticas públicas a la Academia, afirmando que “las carreras de los actores viven o mueren en función de si ganan o no el premio”. Marlon Brando sí recibió el premio al mejor actor por su actuación en “El padrino”, pero no acudió a recibirlo; en su lugar asistió Sacheen Littlefeather, activista de los derechos indígenas, quien pronunció un discurso protestando por el maltrato a los nativos norteamericanos en el cine. Banksy, el famoso muralista inglés, en 2011 rechazó la invitación por su documental “Exit through the Gift shop”; la razón: le prohibieron asistir con una máscara que protegería su identidad. Un episodio curioso es el de Alice Brady; en 1937 ganó un Oscar a mejor actriz de reparto por su actuación en “The Old Chicago”; no asistió a la ceremonia, pero un hombre recibió la placa en su nombre. A la fecha no se conoce quién es el hombre ni el destino del premio.
Son bastantes los casos de quienes no asisten a recoger sus reconocimientos. Katherine Hepburn, con 12 nominaciones y 4 premios Oscar, jamás asistió a ninguna de las ceremonias. Es el mismo caso de John Ford; nominado 14 veces en las categorías “Mejor película” y “Mejor director”, ganó 7 premios, pero tampoco acudió a ninguna entrega. El día que Paul Newman obtuvo el Oscar, 1987, por su actuación en “El color del dinero”, no estaba presente; después de 7 nominaciones fallidas, pensó que ese año tampoco ganaría. Will Smith no asistió a la premiación en 2016 como protesta por la discriminación en las nominaciones al Oscar. Los conocidos problemas judiciales de Roman Polansky le impidieron en 2002 regresar a los Estados Unidos y recibir el Premio Oscar al mejor director que obtuvo por su cinta “El pianista”.
Debido a temas políticos, Shakira y Dua Lipa decidieron no participar en las ceremonias del campeonato mundial de fútbol de Qatar de 2022; su decisión se basó en la violación a los derechos de las mujeres, inmigrantes, población LGTBI y por la muerte de miles de trabajadores en condiciones indignas durante la construcción de los estadios. ¡Valientes y ejemplares! También se negaron a asistir el británico Rod Stewart y J Balvin. Bob Dylan, siempre controversial, ganó el Premio Nobel de Literatura en 2016, pero se negó a recogerlo. George Harrison no aceptó la Orden del Imperio Británico; alegó que no podía recibir una condecoración inferior a la que le concedieron a Paul McCartney como Caballero de esa misma orden. David Bowie fue más crudo; rechazó el ofrecimiento de la categoría de Caballero diciendo que no entendía la utilidad de esa orden. Muchos otros artistas han rechazado tal nominación: Graham Greene, John LeCarré, Aldoux Huxley, Francis Bacon y Alfred Hitchcock inicialmente; después sucumbió y aceptó la condecoración. John Lennon regresó su medalla de Caballero en protesta por la intervención británica en Nigeria y por la guerra en Vietnam. Keith Richards, quien rechazó la Orden, criticó a Mick Jagger por haberla recibido.