Las dos Guerras Mundiales, que tuvieron lugar en el siglo XX, fueron los conflictos bélicos más devastadores y mortales de la historia de la humanidad. A lo largo de estos se cometieron todo tipo de atrocidades como genocidios, crímenes de guerra y violaciones masivas de los derechos humanos.
Ahora bien, durante la Primera, se produjeron numerosas atrocidades que afectaron a la población civil y militar de los países en conflicto. Las tropas enemigas se enfrentaron en trincheras durante años, luchando en condiciones extremadamente difíciles y precarias. Los avances tecnológicos como el gas venenoso y las ametralladoras hicieron que la guerra fuera aún más brutal.
Durante la Segunda, que fue aún más catastrófica que la primera, los regímenes totalitarios de Alemania, Italia y Japón perpetraron genocidios y crímenes de guerra en una escala sin precedentes. El régimen nazi, liderado por Adolf Hitler, llevó a cabo el Holocausto, en el que se asesinaron a seis millones de judíos y otros grupos minoritarios. Además, los soldados japoneses cometieron atrocidades en Asia y el Pacífico, incluyendo los experimentos médicos en prisioneros de guerra.
Por eso, con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, se intensificó el interés por prohibir el uso de la fuerza en las relaciones internacionales y por inculcar el respeto a los derechos humanos. En 1945, se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que tenía como objetivo principal mantener la paz y la seguridad internacional, fomentar el desarrollo económico y social, proteger los derechos humanos y proporcionar ayuda humanitaria en situaciones de crisis. La misión de las Naciones Unidas es promover la cooperación internacional para resolver problemas globales y mejorar la calidad de vida de las personas en todo el mundo.
En consecuencia, la Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco en junio de 1945, estableció el Sistema Universal de Protección de los Derechos Humanos. Esta Carta estipuló que todos los Estados miembros de las Naciones Unidas debían respetar y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los individuos, sin importar su raza, género, religión o nacionalidad.
Asimismo, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), que establece los derechos humanos fundamentales que deben ser protegidos por todos los Estados miembros. Esta adopción fue un logro histórico para la humanidad, ya que estableció un conjunto de normas internacionales para la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Entonces, ¿se cumple o no la misión de las Naciones Unidas?
Por un lado, la organización ha logrado importantes avances en la promoción de la paz y la seguridad internacional, incluyendo la mediación en conflictos y la prevención de guerras. También ha trabajado en la protección de los derechos humanos y en la lucha contra la pobreza y el hambre a través de sus programas de desarrollo.
Por el otro, la ONU también ha sido criticada por su falta de eficacia en la resolución de conflictos, y por su incapacidad para prevenir conflictos en lugares como Siria, Yemen, la Invasión a Ucrania, la violación de los derechos humanos en Venezuela, Nicaragua y Cuba, la situación de los presos en Colombia y El Salvador. Además, la organización ha sido criticada por su falta de democracia interna y por su sesgo hacia los países más ricos y poderosos.
Para concluir, la Organización de las Naciones Unidas es una importante fuerza internacional que ha logrado importantes avances en la promoción de la paz, la seguridad y el desarrollo en todo el mundo. Si bien la ONU ha enfrentado críticas y desafíos a lo largo de su historia, su misión sigue siendo relevante y necesaria en un mundo cada vez más violento, enfrentado interconectado y globalizado.