Escrito por:
Hernando Pacific Gnecco
Columna: Coloquios y Apostillas
e-mail: hernando_pacific@hotmail.com
Exótico para muchos, de exuberante belleza, país histórico y cultural, de gastronomía potente y puerta de salida para la invasión musulmana a la península ibérica, Marruecos puede convertirse en una de las joyas de la corona mundial por otros motivos. Esta historia inicia en el Perú hacia el siglo XVIII.
En sus correrías por nuestro continente, Humboldt descubrió que los nativos andinos usaban el excremento de murciélagos, focas o aves marinas como fertilizante; los campos peruanos que no parecían adecuados para la mejor agricultura exhibían hermosos cultivos gracias al guano. Trasladado ese conocimiento a Europa, era previsible su utilización en la agricultura del Viejo Continente y Estados Unidos; naturalmente, la producción de alimentos creció librando de hambrunas a esos territorios.
De repente, los europeos voltearon la mirada hacia el país andino, que se convirtió en el más importante proveedor de guano, tanto por su abundancia como por sus características biológicas, superiores a los de Nauru, Mozambique o Madagascar, que además fueron agotados muy rápidamente. Inglaterra enviaba barcos a recoger el guano para usarlo en sus cultivos; España quiso apoderarse de las islas Chinchas lo que desembocó en una confrontación con los países del Pacífico suramericano. Más tarde, Chile y Perú se enfrentaron en la Guerra del Pacífico; en ambas confrontaciones, el motivo era los ingentes dividendos que producía el guano. Y es que el comerciante peruano Francisco Quirós había aprovechado un tratado con el gobierno peruano para enriquecerse con la recolección y venta del producto. El gobierno peruano entiende que el trato es desfavorable, deshace el acuerdo y procede a la venta directa a los agricultores ingleses, convirtiéndose en el primer exportador mundial de guano. El Contrato Dreyfuss, otro acuerdo público-privado, inicialmente generó utilidades importantes para las partes, pero la caída del precio internacional del guano llevó a incumplimientos en los pagos y a la terminación del contrato. Estados Unidos, con grandes necesidades, estuvo a muy poco de invadir al Perú luego de promulgar la Ley de las Islas del Guano; piratería moderna. La invasión de islas por parte de Estados Unidos e Inglaterra no se hizo esperar; el mundo occidental dependía del fertilizante natural y había que controlarlo.
A principios del siglo XX, los alemanes Fritz Haber y Carl Bosch sintetizaron los primeros fertilizantes tomando al nitrógeno del aire como materia prima. Pero esos fertilizantes que contribuyeron al mayor crecimiento demográfico de la humanidad contienen otras 2 sustancias: fosfatos y potasa, los cuales no se pueden producir desde cero. Cuatro países controlan la producción de potasa, recurso no renovable: Canadá, con una cuota más del 35%, Rusia, Bielorrusia y China, otro 15%. El paulatino agotamiento ha incrementado los precios, pero su escasez no se avecina en el próximo siglo. El fosfato de roca sí es crítico; al actual ritmo de crecimiento de la población mundial, en pocos años habrá insolvencia del mineral. China produce cerca de un 5%, tiene enormes reservas y puede garantizar su propio suministro; lo mismo pueden decir Siria y Argelia. ¿Y Marruecos? Tiene un 70% del fosfato del mundo: a corto plazo, el suministro mundial de fertilizantes dependerá del país magrebí. Los países más poblados dependen de las reservas marroquíes; los acuerdos de suministro hacia determinados países implicaron incremento en los aranceles por parte de Estados Unidos: presión comercial. ¿Cuándo vendrá la escasez del mineral? No se ponen de acuerdo los científicos.
¿Qué sigue? La ingeniería genética trabaja en la sustitución del fosfato de roca por plantas que absorberían mayores cantidades de fosfato libre del suelo; no son auspiciosos los resultados iniciales. También, la exploración busca encontrar otras fuentes. A corto plazo la seguridad alimentaria del mundo está en vilo. ¿Será invadido Marruecos? ¿Habrá una cooperación mundial para repartir equitativamente el mineral? ¿Especulará Marruecos con el precio mundial? ¿Qué papel jugará China? ¿Habrá presiones comerciales inaceptables hacia los marroquíes? Todo puede pasar mientras se encuentran soluciones que permitan alimentar al mundo entero.