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Los extremos son inconvenientes

Columnas de Opinión
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Así es la lógica de la cosmovisión del modelo ecológico, que nos demuestra que cualquier ecosistema físico o humano, funciona adecuadamente, sólo si, se articulan equilibradamente sus dos ejes constitutivos, y que cuando no se mantiene este equilibrio, los ecosistemas, se debilitan, se contaminan o colapsan…

El teólogo brasilero Leonardo Boff, afirma que la Libertad Humana -libre albedrío- y la Dimensión del Misterio son los ejes constitutivos del ecosistema humano de la dimensión trascendente del hombre, de manera similar a como la Libertad Económica y la Justicia Social son los ejes constitutivos de los ecosistemas humanos de la esfera de lo público, como lo son los modelos de desarrollo de los países del orbe, afirma Luis Carlos Restrepo.

En efecto, afirma Boff, lo que caracteriza lo humano es la polaridad, no la polarización, vale decir, el equilibrio entre sus dos polos o ejes que lo constituyen, uno individual y otro colectivo, pero, como “la razón no sabe cómo mantener la polaridad… se ve obligada a una opción: o Dios o el Hombre”; o Libertad Económica o Justicia Social; o Petro o Uribe.

Es por eso, que también aquí…en la esfera de lo público, como en la trascendental del hombre … domina la polarización…que devora a nuestras sociedades modernas. Dicha polarización, en la dimensión de lo público, consiste en centrase primordialmente en alguno de los dos ejes… si el énfasis es en el eje de la Libertad Económica…se restringe la percepción al capitalismo; y si se centra en el eje de la Justicia Social…se limita la visión al socialismo. Es preciso, entonces, armonizar las acciones de los dos ejes para garantizar la polaridad…que es el sustento del modelo ecológico. Así funciona la naturaleza…así hemos aprendido de ella…algunas cosas…y nos quedan muchísimas otras por comprender, las cuales son el objeto de estudio de la biomímesis, la nueva ciencia que busca desentrañar el funcionamiento de los ecosistemas naturales para aplicarlos, por analogía, a los ecosistemas humanos.

Así las cosas, como el capitalismo está montado sobre el eje de la Libertad Económica y el socialismo sobre el eje de la Justicia Social, un énfasis exacerbado en el eje de la Libertad Económica, como en el caso del neoliberalismo, nos podría conducir al colapso de la civilización humana, como consecuencia del afán de productividad a ultranza y la consecuente “destrucción de los hábitats de animales, que tienden a acercar a nosotros virus letales que viven en animales salvajes”, tal como lo señala el divulgador científico David Quammen, que permiten advertir que, en algún momento sobrevendrá una corrección natural, si no replanteamos nuestro accionar; pero, por otro lado, si el desmedido énfasis se efectúa sobre el eje de la Justicia Social nos conducirá al descalabro de las economías, tal como sucede hoy en día con Venezuela.

Lo anterior implica que, para mantener la polaridad o equilibrio del ecosistema de la esfera pública de los modelos de desarrollo, los países capitalistas deben redireccionar sus acciones hacia la Justicia Social, y los países socialistas deben hacerlo hacia la Libertad Económica. Como ambos sistemas producen desequilibrios por hacer énfasis exacerbado en uno de los dos ejes, la racionalidad ecológica señala que equilibrar el modelo exige encaminar acciones hacia el eje descuidado.

De manera que, en concordancia con este derrotero ecológico, las acciones que deben emprender los países capitalistas, como Colombia, además de la ya señalada por el Presidente Macron de Francia en torno a la necesidad de definir cuáles bienes y servicios se deben sacar de la lógica del mercado, para ser regulados por el Estado, se adiciona la necesidad de repensar el modelo extractivista centrado, enmarcada dentro del núcleo básico de la Libertad Económica, como lo son la Seguridad y la Libre Competencia…para mantener así la polaridad que se requiere para equilibrar el modelo de desarrollo imperante en nuestra nación.