Mujeres guerreras – III

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Las guerras tienen frentes militares, también civiles; la vida misma es la más prolongada batalla. De hecho, la interminable lucha feminista por sus derechos ha sido más ardua que muchas guerras juntas.

Micaela Bastidas, peruana de padre negro y madre indígena, fue vital en la independencia de su país. La Zamba, esposa y consejera de Tupac Amaru II, aprovisionaba a los rebeldes, obteniendo dinero, provisiones y armas para atender las luchas emancipadoras. Entre otras guerreras, luchó al lado de Cecilia Tupac Amaru y Tomasa Tito, cacica de Acos, sus maridos y sus hijos. Vencieron a los españoles en la Batalla de Sangarará, y proclamaron a Tupac Amaru como Emperador de América. Una traición llevó a su captura junto sus hijos y posterior ejecución en Cusco, su cuerpo desmembrado y repartido por la comarca a modo de escarmiento.

Libertadora del libertador, la quiteña Manuelita Sáenz fue prócer, heroína y precursora del feminismo en Latinoamérica. Combatió a órdenes de Sucre en las batallas de Pichincha, Junín y Ayacucho que liberaron a Ecuador y Perú. Hizo parte de las divisiones Húsares y Vencedores, y ascendió a coronela del Ejército colombiano. Salvó a Simón Bolívar durante la conspiración septembrina de 1828. En 1834 fue desterrada de Colombia; la difteria terminó su paso terrenal en Paita, Perú. “Adelita”, el popular corrido representa a las soldaderas, esas mujeres de la Revolución Mexicana que durante la guerra apoyaron a sus maridos y familias, salvándoles de la enfermedad y el hambre; sin ellas, los soldados no hubieran dormido, comido o luchado, afirma la escritora Katya Maldonado. Entre muchas, se recuerda a Petra Herrera, Beatriz González, Ángela Jiménez y, claro, Adelita Velarde.

Guaduas fue asentamiento de los panches y ciudad colonial importante. Allí se encuentra una antigua casa de bahareque y techo pajizo, dónde funciona el Museo de Policarpa Salavarrieta, “La Pola”. Con apenas 15 años, esta valiente mujer participó en el grito de independencia del 20 de julio; reclutaba jóvenes para la causa libertadora, compraba material de guerra y realizaba labores de espionaje. La delación de Facundo Tovar y unos documentos decomisados a los hermanos Almeyda enviaron a la Pola al patíbulo, donde murió fusilada. El día de la Mujer Colombiana fue decretado en honor a esta heroína.

Las polémicas en torno a Evita Perón son interminables, pero se le reconoce como gestora del voto femenino. La heroína de los descamisados ayudó a José Domingo Perón a lograr la presidencia de Argentina; a través de su fundación, creó hospitales, ancianatos, hogares para madres solteras, policlínicos, escuelas y una ciudad infantil. Ayudó a los necesitados y jóvenes deportistas. Odiada y amada, nunca indiferente; un cáncer uterino fue el tiquete de su prematura partida de este mundo. Un museo y su tumba en el Cementerio de la Recoleta rememoran a esta polémica mujer.

La boliviana Juana Azurduy, esposa del patriota Manuel Ascencio Padilla. luchó al lado de su marido por la emancipación del Virreinato del Río de la Plata y fue comandante en la Republiqueta de la Laguna. La malaria le arrebató a sus hijos, y la guerra a su cónyuge. Relacionada posteriormente con Martín de Güemes, cae nuevamente en la viudez; además, en la pobreza. No fue reconocida por su pueblo como heroína nacional, perdió sus propiedades, pasó dificultades, pero Bolívar le asignó una exigua pensión que Sucre algo le mejoró; escasamente, mal comía. Pierde su pensión y las penurias le acompañaron hasta el último día. Sus reconocimientos son tardíos, tanto en Bolivia como en Argentina.

Apostilla 1. Aminta Capasso, pionera y brillante cirujana cardiovascular a pesar del férreo machismo que se le opuso siempre. En vida, amiga.
Apostilla 2. Un accidente automotor es una tragedia para conducto y víctimas; nadie lo desea. El linchamiento mediático o el populismo punitivo sólo ahondan el dolor de todos. Que las autoridades actúen en justicia y derecho.

Apostilla 3. Papelón de Colombia, país invitado, en la 80ª. Feria del Libro en Madrid, España.