Después de tres meses de permanecer en cuarentena, en Colombia gran parte de las ciudades comienzan a diseñar y socializar sus planes de reactivación de la economía local, para lo cual es determinante la articulación con sus respectivos sectores socioeconómicos.
En el caso de Santa Marta, el pasado mes de mayo la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo Distrital, anunció la implementación de un plan para reactivar el comercio y el turismo. Dicho plan consiste en tres proyectos articulados con el Ministerio de Agricultura; dos de los cuales estarán apalancados con créditos de Bancoldex, y cuyo objeto es “incentivar la presentación de proyectos en soluciones innovadoras para la reactivación económica en los sectores turismo y agropecuario. El tercer proyecto, busca “consolidar una diversificación de labores y que los trabajadores del turismo tengan otras opciones de trabajo”, explicó la jefa de la cartera.
Por otra parte, la Cámara de Comercio, el Comité Intergremial y la Comisión Regional de Competitividad e Innovación del Magdalena, han presentado su Agenda de Reactivación Económica post COVID-19 denominada ‘Magdalena Avanza’, a través de la cual estas organizaciones socioeconómicas buscan gestionar ante el Gobierno Nacional y las autoridades locales sus necesidades sectoriales.
Como se observa, la propuesta institucional y gremial está enfocada hacia sectores formales de la economía mientras que, la franja que corresponde al renglón informal, no se visibiliza en estas estrategias. Esto, no solo llama la atención sino que preocupa, dado que históricamente gran parte de la población en la ciudad tiene por ocupación económica, actividades informales, tal y como lo confirma la “Medición de empleo informal y seguridad social, trimestre móvil diciembre 2019-febrero 2020”-Dane, en donde Santa Marta registra un 62,2% de informalidad, ubicándose en la cuarta posición más alta entre las 23 ciudades analizadas.
Preocupa más esta situación, al estar frente a un escenario de desempleo en el que, “el total nacional fue 19,8%, lo que significó un aumento de 9,5 puntos porcentuales frente al mismo mes del año pasado (10,3%)]”. Santa Marta, por su parte, reportó durante el trimestre febrero-abril-2020, una tasa de desempleo del 16,2%, es decir, 4,1 puntos porcentuales más que en el mismo periodo del año 2019 (12,1%), Dane.
El Distrito debe ser coherente con su realidad socioeconómica, por tanto está en mora de presentar un plan de reactivación para este renglón que, en su mayoría está constituido por población vulnerable socioeconómicamente. La estrategia debe ser integral, pues no debe tratarse solo de establecer protocolos sanitarios que regulen la oferta de sus productos y servicios, sino facilitar para esta población el acceso a espacios de formación y estímulos que posibiliten su transición a la formalización.
Frente a las nuevas condiciones que impone la salud pública, el Distrito debería considerar además, un plan enfocado en el ordenamiento, especialmente para las ventas estacionarias, pues el modo caótico en que estas se han localizado durante los últimos años sobre el espacio público, representan hoy, no solo un detrimento urbano para la ciudad sino un riesgo para la salud pública.
En el orden nacional, la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, se refirió a la necesidad de reactivación de los informales, e indicó que al respecto el Ministerio de Comercio estará al frente del diseño de medidas que se puedan adoptar para dicho fin. En otras ciudades, se aprecian avances, tal es el caso de Barranquilla, donde explícitamente se ha dispuesto para los microempresarios e independientes, formales e informales, préstamos blandos, con tasas y plazos favorables.
Para mayor efectividad en el logro de estos propósitos, es fundamental que el Distrito se apoye en organizaciones de sectores socioproductivos, líderes sociales, la academia y medios. Los periodos de crisis se superan cuando jalonamos en el mismo sentido.