Siempre me he preguntado cuales serían las acciones que empezaron a marcar el inicio de la humanidad. Pudo ocurrir cuando empezamos a enterrar nuestros muertos, cuando comenzamos a sonreír o a protegerlos. Es seguro que antes de hablar estábamos intercambiando o ejerciendo el comercio entre nosotros.
Además, pudo haber ocurrido en la antigüedad -cuando ya estábamos hablando- que un Sumerio al hacer negocios con un Turco hubiera gritado a los cuatro vientos: ¡¡¡hola, hola, organicemos hola. Que me han tumbado tres veces y no he podido cobrar!!!.
El comercio ha evolucionado con la humanidad; podríamos afirmar que ha sido uno de los motores de la civilización. Así mismo fuente de muchos conflictos o inspiración de excelentes relaciones entre los seres humanos.
Desde antes de los romanos o griegos que iban invadiendo a los vecinos hasta formar grandes imperios para comerciar y cobrar impuestos; pasando por los egipcios e hindúes hasta hoy con los americanos queriendo ser los manda más de la esfera solo por apoderarse del petróleo ajeno o los chinos que surgen como poderosa y rica nación comerciante, ha existido comercio entre los seres humanos.
Con relación a los romanos, al invadir tierras lejanas no les importaba mucho las creencias religiosas de los invadidos, solo les interesaba comerciar y cobrar impuestos por lo que hacían y lógico, para poder tener buenas relaciones y excelentes rendimientos. Fue así como fueron impartiendo en sus nuevos territorios comportamientos de obligatorio cumplimiento que se fueron convirtiendo en costumbre para luego muchas evolucionar como leyes civiles y comerciales.
Las fronteras empezaron a surgir como muros debido que se empieza a configurar el territorio en la ficción de Estado. Al evolucionar como civilización empiezan a mermar las guerras e invasiones para surgir el desarrollo del comercio entre diferentes pueblos; o sea, diferentes naciones.
Cada nación o pueblo encerrado dentro de su frontera desarrolla su economía colocando normas a la forma de comerciar entre sus gobernados -por muchos años basadas en códigos de origen romano- que al evolucionar su forma de comercio va surgiendo una muy particular: la costumbre. Para luego dar surgimiento u origen a su código de comercio interno.
Por lo anterior, y debido al auge con que surge este comercio “internacional” se empiezan a exigir normas que hagan más fácil este tipo de actividad o al menos más seguro para ambas partes. Empezando por el envío de la cosa, el transporte, la entrega y el pago.
Después de muchos ires y venires comienza a surgir la relación comercial especializada basada en normas claras e exigibles: los Incoterms que no son más que normas o códigos que al invocarle, son de obligatorio cumplimiento.
La doctrina los define como “un conjunto de usos internacionales, recopilados por la Cámara de Comercio Internacional de Paris, que determinan el alcance de las cláusulas comerciales incluidas en el contrato de compraventa internacional”.
La misión de los Incoterms es proporcionar una serie de normas internacionales que sirvan a los comerciantes interpretar y agilizar todo lo relacionado con exportaciones o importaciones cuando se va a implementar dentro de las operaciones comerciales la compraventa en el ámbito internacional. En ese sentido van a simplificar las operaciones de venta o compra de un país a otro.
Se debe ser claro en que no están protegidos por un tratado internacional por lo tanto se podría afirmar que no tienen fuerza de ley pero si están estipulados en la costumbre internacional cuando los comerciantes hacen referencia a ellos. Al citarlos como cláusula del contrato de compraventa internacional a los Incoterms, se debe indicar taxativamente que se regirán por lo estipulado por la cámara de comercio internacional.
Es muy lógico traer a colación que el propósito o visión de estas normas internacionales es evitar confusión con normas locales de cada país y agilizar el comercio internacional basado en normas internacionales.
Para concluir, hoy en día luego de miles de años de evolución comercial los Incoterms son invocados para que cuando vendamos o compremos a nivel internacional los utilicemos para que no nos pase lo del sumerio con el turco.