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El incremento de las disidencias guerrilleras

Editorial
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Desde los primeros días del año las alarmas se prendieron y son motivo de preocupación porque, en forma lamentable y peligrosa, se advierte de  acciones y presencia de disidencias de las Farc en 237 municipios del país, por lo cual, la Defensoría del Pueblo, hizo un recuento de las 136 Alertas Tempranas de riesgo, emitidas  entre 2017 y 2022, que representan el 52,5 % del total y que hasta ahora poca atención han recibido.


Esta  delación, toma aún más importancia, ahora que el gobierno nacional anda en el viacrucis de la paz total, que le ha traído graves dolores de cabeza y desacreditación  al equipo negociador y al mismo presidente Petro, por parte del Ejército de Liberación Nacional Eln, que fue enfático al exigir que no los confundan con los otros grupos alzados en armas, reclamando un trato diferente y preferencial para ellos, que merecen estar en las cárceles colombianas, y no en Venezuela, en donde se esconden y adelantan los diálogos de paz, con el actual gobierno.

Volviendo al tema de las disidencias, que debe estar sobre  el tapete, para ser uno de los puntos a determinar y resolver,  están en 29 de los 32 departamentos de Colombia, aunque se concentran principalmente en los de Antioquia, Cauca, Nariño, Putumayo, Caquetá y Valle del Cauca.

Es evidente la existencia de dos grupos disidentes: el Frente Primero, cuyo origen es previo a la firma del acuerdo de paz de noviembre de 2016 y estuvo encabezado en su momento por alias "Gentil Duarte", y la Segunda Marquetalia, que se configuró en agosto de 2019, casi tres años después de la firma, y está liderada por alias " Iván Márquez", que fue jefe negociador de las Farc, que a propósito todavía se siguen tejiendo diferentes hipótesis sobre su supervivencia en Venezuela, en su zona fronteriza, en donde se resguardan estos bandidos, bajo la protección del gobierno de Nicolás Maduro.

Ambas organizaciones, las Farc y el Eln, se encuentran en diferentes fases pues hay zonas en las que están en proceso de expansión, otras en las que están en consolidación y otras en las que están en disputa con otros grupos armados.

El departamento de Arauca ha sido utilizado por las disidencias como un territorio para obtener rentas financiándose con la extorsión y los secuestros exprés, además de las actividades ilegales de contrabando de ganado y bienes, sumado al robo de combustible, en la zona de frontera colombo-venezolana, situación conocida de sobra por el gobierno nacional, que también está en mora de  acabar con todos estos delitos. En el Caquetá, las disidencias creadas por “Gentil Duarte” han aplicado los manuales de comportamiento de las antiguas Farc, logrando la estandarización del cobro de extorsiones y restricción a la movilidad mientras que en la región del Catatumbo mantienen una disputa con el Ejército de Liberación Nacional, Eln. Asimismo, han mostrado especial interés por el suroeste del país, donde las columnas “Dagoberto Ramos” y “Jaime Martínez” tienen una abierta articulación con economías ilícitas y han logrado imponer el control sobre la población civil, impartiendo justicia en veredas y poblaciones rurales.

Por último, el Frente Primero “Carolina Ramírez” y los Comandos de la Frontera, adscritos a la Segunda Marquetalia, han intensificado sus acciones armadas y violentas contra la población civil en la región suramazónica, en especial en el departamento del Putumayo y en zonas estratégicas donde buscan hacerse con el control territorial, como en el municipio de Puerto Leguízamo; sus principales fuentes de financiación son el narcotráfico, la minería ilegal, el contrabando y los llamados préstamos gota a gota, mientras que las amenazas a defensores de derechos humanos y líderes sociales, representan las conductas más recurrentes.

El Gobierno, a su manera muy acomodada, expresa y maneja la tesis de que las dos disidencias de las Farc: el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia, aceptaron el cese el fuego bilateral de seis anunciado el 31 de diciembre por el presidente colombiano, Gustavo Petro, que tendrá un acompañamiento para su verificación tanto de organizaciones nacionales como internacionales.

Hasta ahora, este último grupo guerrillero no se ha pronunciado, pero no seria raro que copiara el ejemplo del Eln, y pidieran también trato preferencial con ellos, aún sabiendo que ya firmaron la paz, hace más de 5 años, bajo el gobierno de Juan Manuel Santos.


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