Chile en cuidados intensivos

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


A la República de Chile hay que mirarla antes del 18 de octubre de 2019 y después de esa fecha. Se produjeron tales manifestaciones de protesta con motivo del reajuste de la tarifa del metro, que esos brotes de violencia parecían un levantamiento contra el gobierno y se organizaron y ejecutaron incendios al comercio y a 50 estaciones del metro de Santiago. Estas últimas prácticamente fueron destruidas.

Antes de estos hechos violentos Chile era el país más próspero del continente americano con un PIB superior al 3% cuya tendencia era dejar de ser una nación subdesarrollada; su índice de pobreza se había reducido a su mínima expresión y, transcurridos, estos hechos violentos, el PIB se bajó al 1,1%.

El fuego social se prendió y la mecha aún no se apaga toda vez que los comunistas del mundo siguen echándole leña a la hoguera. Obviamente esta rebelión no se generó de forma espontánea, de un momento a otro. Se gestó en la reunión del Grupo de Sao Paulo que tuvo lugar en Caracas a mediados de 2019 donde se planearon los golpes de Estado en Ecuador, Chile y Colombia. En Ecuador gracias a la intervención de las Fuerzas Armadas que apoyaron a su presidente Lenin Moreno no lograron su objetivo pero pusieron en jaque al Gobierno.

En Colombia sus marchas resultaron infructuosas, sin embargo causaron daños cuantiosos y considerables a centros comerciales y a las estaciones de Transmilenio, Eran ataques simultáneos a las 50 estaciones del metro chileno y en la misma forma actuaron en Bogotá. Fueron idénticos los procedimientos destructivos a los transportes masivos de las dos capitales suramericanas. Con grupos encapuchados debidamente entrenados para ese propósito. Qué casualidad

Diosdado Cabello en cuanto empezaron estas revueltas dijo que ya ‘les llegó la hora de las revoluciones a estos tres países, el pueblo se rebeló’. Todo ello se llevó a cabo con la asistencia económica de Rusia y la orientación subversiva de Cuba, Venezuela y los grupos guerrilleros colombianos de las disidencias de las Farc y el Eln. Los tirapiedras de capucha y garrote que fueron aprehendidos en Bogotá por la gente y capturados por la policía expresaron que tenían consignas e instrucciones de esos terroristas.

Además les pagaban en efectivo por realizar estos desmanes, mostraban los billetes en su poder, cerca de 300.000 pesos por cabeza; asi mismo ocurrió en Chile y se supo también allí de la financiación por parte de los rusos.
Es importante poner de relieve respecto de estos acontecimientos impetuosos y atrabiliarios de que el Presidente Piñera mostró una faceta inimaginable de ceder, permitir y bajar la guardia lo cual aprovecharon las fuerzas
perturbadoras para lograr su propósito de cambio de la Carta Magna. Irán a las urnas 15 millones de chilenos los cuales decidirán si aprueban el cambio constitucional o lo rechazan manteniendo la actual ley de leyes. Se iba a realizar este referéndum el 26 de abril pero por causa del coronavirus ha quedado postergado para el 25 de octubre del año en curso.

El modus operandi para la elaboración de una nueva Constitución se basa en dos opciones: La primera una convención mixta de la mitad de los congresistas actuales y la otra mitad serían delegados elegidos por la ciudadanía; la otra, es una convención constitucional formada por 155 delegados, todos elegidos por votación popular. La actual Constitución ya ha sido objeto de decenas de modificaciones.

Uno de los problemas graves y serios de los pueblos es olvidar su pasado, tener amnesia o desconocer la historia, habida cuenta de que se corre el riesgo de volver a repetirla. Eso ha sucedido en Chile. Los gobiernos socialistas han querido y eso es lo normal echarle la culpa de todo lo malo que ha aflorado y acontecido a la dictadura de Pinochet. De ese modo los jóvenes no saben cómo fue el Régimen Allendista que prácticamente estaba llevando a los chilenos a la miseria como suele ocurrir con ese sistema de gobierno. Ahí tenemos los ejemplos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Pero la imagen de Allende para la juventud es la del adalid de la democracia y de los derechos humanos; justamente lo que se pierde junto con la libertad en todo régimen comunista.

Es de anotar que Fidel Castro tan pronto como percibió que Allende estaba en situación crítica, por razón de los cacerolazos, producto de la escasez de alimentos, resolvió viajar a Santiago con el objeto de empaparse directamente de la situación. Alcanzó a estar dos meses y diseñó el plan de defensa, consistente en ejecutar a los Generales del Ejército encabezados por su Comandante Augusto Pinochet. Los servicios de inteligencia militar detectaron ese plan de eliminación. Entonces se reunieron a instancias de Pinochet quien les manifestó” la Patria por encima de todo” y además para salvar su propio pellejo. En esa reunión se tomó la decisión de derrocar a Salvador Allende y de inmediato se llevó a cabo el golpe militar.

Hoy en Chile la clase política está muy desprestigiada. La popularidad de los partidos es del 2%, el Parlamento con el 3%, el gobierno con el 5% y Piñera el 6%; consecuentemente el futuro panorama chileno es de oscuridad política y de total incertidumbre.


Más Noticias de esta sección