El líder social, Edgardo Lara Palomino, exige a la administración distrital la construcción de un hospital en La Localidad 3 para una mejor atención médica a la comunidad, ya que los centros de salud no funcionan ni un 60%.
Santa Marta, la ciudad más antigua de América está a punto de conmemorar los 500 años de su fundación, lo que ha venido generando la reacción de la comunidad, personalidades y, sobre todo, de líderes comunales y sociales quienes coinciden en que esta se encuentra sumida en problemáticas que prioritariamente necesitan solución.
El liderazgo de Edgardo Lara Palomino, edil de la Localidad 3, en diálogo con EL INFORMADOR, destacó las carencias evidentes en infraestructura y seguridad, entre otras, por lo que hace un llamado urgente a la administración distrital en busca de una transformación.
La situación en Santa Marta, que debería ser motivo de celebración ante el inminente quinto centenario, se tiñe de tristeza y preocupación. “Fuerza Ciudadana, en el poder durante más de una década, no ha logrado solventar problemas fundamentales, siendo el agua y la educación temas primordiales que siguen sin resolverse”, dice el Líder Social. La polarización política en la ciudad añade complejidad a la gestión municipal.
Edgardo Lara Palomino Líder Social de la Localidad 3 es uno de los críticos de la situación que padece en su comunidad y otras de Santa Marta, en la que tienen que recurrir a la compra de carrotanques para abastecerse del agua.
Además, en problemáticas que abordan los derechos básicos de los ciudadanos, ellos denuncian que el agua en Santa Marta solo llega cada 8 o 10 días y esta no dura lo suficiente para proveer sus hogares. Al menos 200 barrios de la ciudad no cuentan con el preciado líquido las 24 horas del día y, cuando por fin pueden obtenerla, el color y olor suele ser desagradable, haciendo de ella, un líquido imposible de consumir. Para intentar remediar esta situación, las comunidades deben abastecerse de agua de forma autónoma, usando los llamados ‘Carro tanques’ o con carretillas y tanques, trasladarse hasta puntos donde puedan llenarse y llevar el agua a sus hogares.
Las consecuencias de esta falta de acción se traducen en una pérdida progresiva de habitantes y la desconfianza de inversionistas que dudan en aportar recursos a una ciudad con múltiples falencias. El tema de seguridad y violencia alcanza niveles alarmantes, con la delincuencia desatada y una población indefensa ante las amenazas diarias que se viven en las calles.
Edgardo Lara Palomino, líder de la localidad 3, denuncia la desatención que su sector ha experimentado a pesar de ser la entrada principal al turismo y la más rentable económicamente para la ciudad. La falta de obras de impacto por parte del gobierno distrital se refleja en la ausencia de un hospital adecuado, escenarios deportivos, rutas de buses eficientes y una infraestructura educativa deficiente.
La necesidad de un hospital se presenta como una urgencia tanto para los habitantes como para los visitantes, dado que los centros de salud existentes no son suficientes y no operan a su capacidad máxima. La ausencia de escenarios deportivos coloca a Santa Marta en una situación singular, siendo la única localidad sin estas instalaciones, y el campo santo en Gaira ya no puede abastecer las necesidades de toda la población.
La falta de rutas de buses eficientes afecta el servicio de transporte, mientras que el complejo panorama educativo se agrava por la carencia de infraestructuras adecuadas y la falta de profesionales altamente calificados.
En la gráfica el alcalde Carlos Pinedo Cuello, junto con Álvaro Ospino Valiente, jefe de la Comisión Preparatoria para la celebración de los 500 años de la fundación de Santa Marta, y otros funcionarios distritales.
