Cuatro delincuentes armados llegaron hasta la sucursal del banco Davivienda, ubicado en la calle 38 con carrera 38, centro de Barranquilla, y hurtaron la suma de trece millones de pesos. Los asaltantes llegaron a
Los antisociales, haciéndose pasar como usuarios, lograron ingresar y confundirse entre los clientes.
Cada uno tenía una función específica. Unos vigilaban a las afueras de la entidad para alertar sobre algún movimiento policial. Otros utilizaron sus armas de fuego para intimidar a los clientes y cajeros.
Cuando tenían todo bajo control, procedieron a ejecutar la acción delictiva: saltaron por encima de las cajas y hurtaron la suma de trece millones de pesos. Las víctimas quedaron a la merced de las pretensiones de los delincuentes.
La tensión se apoderó de todos. Por temor a perder sus vidas se tiraron al piso y obedecieron a las exigencias de los antisociales.
Los asaltantes se dieron a la huida sin que hasta el momento se tenga reporte sobre capturas.