En Santa Marta, los recicladores se la 'juegan' cada día para llevar el pan a la mesa.
Son muchas las personas que se exponen a buscar en medio de la basura elementos que les permitan generar ingresos para poder sobrevivir.
El reciclaje es el método más preciso para separar residuos, que posteriormente se puede vender o intercambiar generando ingresos, como plásticos, vidrios, cartones, etc.
Esta práctica es bastante común en Santa Marta, sin embargo, es una labor que se debe realizar con los cuidados pertinentes para no provocar más contaminación.
Un caso particular es el de Rafael Palomino, samario de crianza nacido en Barranquilla, quien a diario sale de su vivienda en San Jorge para recolectar plásticos, cartones y demás objetos que estén aptos para el reciclaje.
Y aunque le toca someterse a los malos olores y a la falta de consciencia de las personas, el señor Palomino trata de separar los residuos sin hacer ‘reguero’ para no afectar el medio ambiente en la ciudad.
“La norma número uno del reciclador es quitarle el nudo a la bolsa para abrirla, no meterle el dedo” explica Rafael Palomino, reciclador que lleva más de cuarenta años viviendo en Santa Marta y quien además hizo un llamado a querer y cuidar más a la ciudad.
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