Ahora que está en el centro del debate la justicia colombiana por supuestos casos de corrupción, es conveniente expresar que el país vive una corrupción rampante hace décadas y no de ahora. Todos los gobiernos lo han tenido.
Caprecom, Saludcoop, antigua Caja Agraria, Findeter, y sería larga la lista en sonados casos, los cuales no sabe uno si terminaron o no en condenas o absoluciones.
Desde luego que todos estos hechos escabrosos, se iniciaron o más bien salieron a luz pública, en la década de los noventa (antes también había corrupción). ¿La razón? En los ochenta no existía la Fiscalía General de la Nación, creada por la Constitución de 1991.
Pero ¿qué lleva a muchos funcionarios, que de seguro fueron competentes o tenían grandes calidades académicas a robar? El ascenso social. Me explico: desafortunadamente en el país a raíz del narcotráfico y sus antivalores, tener dinero fue reflejo de aceptación, no importaba de dónde viniera.
Y muchos ciudadanos sobre todo de clase media, se vieron en la necesidad de hacerlo para ser aceptado socio de un club, lograr que sus hijos estudiaran en las mejores universidades, ser invitado a algún importante evento, ser tenido en cuenta por grandes empresarios.
Desafortunadamente, la situación en el país, continúa, ante el desánimo de los ciudadanos de a pie que cada día creen menos en las instituciones del Estado colombiano.
Mi Ñapa 1: Que no se quede sólo en denuncias, los magdalenenses debemos saber quiénes son los culpables de la afectación ambiental de la Ciénaga Grande de Santa Marta.
Mi Ñapa 2: Encrucijada por leguleyadas santanderistas, por no poder presentarse a candidato se encuentra Angelino Garzón, valioso activo de la izquierda colombiana. Ojalá supere jurídicamente este impasse.
Mi Ñapa 3: El sistema transmilenio colapsó. Se necesitan más buses. Es increíble esperar media hora o cuarenta y cinco minutos, y estos vienen repletos. No es justo.
