El caso de Camila Abuabara y su lucha para que las inhumanas EPS, la atendieran es el reflejo de la dura realidad por las que pasan miles de colombianos, para exigir que una empresa prestadora de salud los atiendan.
Camila duró cuatro años esperando un trasplante de médula, y mientas su enfermedad avanzaba, su liderazgo, hizo notar al país de la urgencia en el cambio de un sistema de salud deshonroso para el ciudadano y honroso en términos financieros para sus dueños.
Fue la ley 100 de 1993, llamada reforma a la seguridad social, la que logró convertir la salud en negocio. Aquí ganan los grandes intermediarios y los dueños de las EPS, muchas de las cuales han quebrado a los hospitales públicos.
El trato es indignante. ¿Cuántos pacientes más han muerto, esperando una cita?, de ahí que la acción de Tutela fuera el mecanismo que utilizó la gente de a pie, para reclamar sus derechos.
Ojalá que el legado de Camila, quede para la posteridad en el que un sistema perverso, no tuvo la más mínima consideración con un ser humano como Camila y la de muchos otros colombianos.
Mi Ñapa: Dejó la presidencia de Uruguay, Pepe Mujica. Ejemplo de gran estadista, sincero, honesto, y con una gran sensibilidad social. Lo que demuestra que mandatarios de gran catadura moral, sí existen.
