No sorprende la actitud pendenciera del ex presidente Álvaro Uribe Vélez. Se niega a aceptar que -a dios gracias- no gobierna, pero actúa como tal. Un día es invitado a España a recibir varios premios dizque por su respeto a los derechos humanos, -valga decir que son diferentes grupos protegidos del grupo Planeta-, muy reconocido por su franquismo; otro día se reúne con el terrorista de Bush, y no precisamente para preguntarle cuándo es que va a responder por la barbarie que dejó en Irak; después es condecorado en el congreso de Honduras, por todos los golpistas de esa nación centroamericana.
Y desde allí -antes de viajar a Panamá- envía un mensaje en contra de la majestad de la justicia, con el único objetivo de dividir.
Se aprovecha de su twitter para hablar de lo divino y lo humano. Tiene una capacidad histriónica que envidiaría cualquier estudiante de actuación. Gracias a los medios de comunicación, la imagen que tiene la mayoría de colombianos sobre Uribe, es la de un hombre trabajador, robusto ordeñador, católico a extremo, con un lenguaje parroquiano, que ataca como león sus ideas, el que se preocupaba en los consejos comunales por los pobres de la patria y el que se indignaba con actos de corrupción.
Pero la verdad es otra. Fragmentó al país en buenos y malos. Con el cuento de la guerra contra las Farc, quitó horas extras y recargos a los trabajadores; promovió las cooperativas asociadas que tratan como esclavos a sus empleados; entregó nuestros recursos naturales a las grandes multinacionales en detrimento de la nación, que no era sino la llamada "confianza inversionista"; abrió el espacio para siete bases militares.
Se acomodaba a las circunstancias como si nada. Dos ejemplos: cuando sucedió el bombardeo a Ecuador, llamó al presidente Correa, ignorando que éste se encontraba hablando para el país y le mintió con el cuento de que entraron a su país porque habían combates con las Farc.
La rabia del doctor Correa y los ecuatorianos, dicen, no fue tanto el bombardeo sino la mentira de Uribe, a lo cual los medios de acá, ni bolas le pararon. Otro caso donde se acomodó y salió como líder fue en el TLC, que afortunadamente nada que se aprueba. Allí se dio la pela para que se aprobará en todos los campos, a excepción de uno: el de la televisión. ¿Cómo así que el TLC es bueno para otros sectores y no para el televisivo?
Sin duda habrá Uribe Vélez para rato, en el que seguirá sembrando cizaña sobre nuestras instituciones y más temprano que tarde contra JMS.
Ñapa 1. El ex presidente Samper Pizano, le pide a Uribe que aclaré los hechos oscuros de su gobierno. Y cuando es que él nos va a aclarar los suyos. Categóricamente en cinismo, al ex presidente y su pupilo Uribe, nadie los iguala.
Ñapa 2. Dice el inefable Pachito Santos, que Vargas Lleras no ha hecho nada como ministro. Se equivoca de cabo a rabo. El Ministro, acabó con las confrontaciones con la Corte Suprema de Justicia y se nota buen ambiente con el Legislativo.
Ñapa 3. Excelente la noticia del restablecimiento de la relaciones entre Colombia y Ecuador. Un nuevo punto a favor de nuestro presidente, JMS.