Y se vino la campaña

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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Los comerciales empiezan a inundar los espacios televisivos. En la radio muy pronto serán confundidas PPP (publicidad política pagada), opinión política y noticia política; los medios impresos serán progresivamente una réplica de las vallas y carteles que contaminarán calles y carreteras. Volantes, camisetas, megáfonos y vallas móviles serán elementos consustanciales al paisaje urbano, y la basura electoral ensuciará todo cuanto pueda tocar. Es, señoras y señores, la campaña electoral que ha comenzado.

Para las elecciones presidenciales, el candidato-presidente empieza con ventaja sobre sus competidores tanto en las encuestas como en logística, por obra y gracia de la reforma constitucional de 2005, el tal "cambio del articulito". La reelección está ahí y, "con los astros alineados" a favor de Santos (Mesa de Unidad Nacional, "mermelada" a discreción, medios gobiernistas, Registraduría, etc.; en otras palabras; erario, poder, órganos de control, conteo de votos, cajas de resonancia, apoyo político regional, etc.), derrotarlo es tarea de romanos: ninguno de los partidos gobiernistas (Liberal, Cambio Radical, la U y muchos conservadores "mermelados") quiere soltar la teta del erario ni la nómina gubernamental. En las redes sociales la batalla es distinta; la frustrada experiencia de la "ola verde" demuestra que la intención de voto y la votación real son distantes entre sí.

Por los vientos que soplan se infiere que, para las elecciones presidenciales, contra Santos las fuerzas políticas se congregarán así: el uribismo y una facción del conservatismo se unirán en torno a la exministra Martha Lucía Ramírez. Oscar Iván Zuluaga, economista de trayectoria y bien preparado, sin propuesta propia, ni carisma ni capacidad de convocatoria, se diluye inexorablemente. La izquierda buscará unificar en un solo nombre sus diversas tendencias; el petrismo, fortalecido con ocasión de los procesos de destitución y revocatoria, intentará asumir ese liderazgo, entre Navarro Wolff y Clara López: los demás aspirantes no mueven la aguja de las encuestas. Recaudarán movimientos indigenistas, negritudes, algunos independientes en busca de tablas de salvación (es el umbral, estúpido) y una franja del voto de opinión. Peñaloza, como mal político que es, está en el lugar equivocado.

Los movimientos religiosos buscarán el mejor escampadero, y anticipo que irán con Santos. Eduardo Verano, candidato de las regiones, pedalea solo; intenta lograr el reconocimiento de firmas por parte de la Registraduría y, luego, agrupar algunos votos para fortalecer su movimiento, y sortear el umbral. A futuro, es una propuesta interesante que se debe apoyar. Con todo esto, quedarán en liza competitiva Juan Manuel Santos, Martha Lucía Ramírez y Antonio Navarro Wolff. Los demás serán participantes-espectadores.

La parte valseada del pasillo está en el voto en blanco, el abstencionismo y los indecisos. La actual intención de voto está por debajo del 40%, sin definir el 20%, y el voto en blanco puntea con un 30% de los posibles votantes (por encima de todos en la última encuesta, Santos con 26%): nada despreciable esa "fuerza electoral" que sube votación tras votación. Tan importante es, que cada campaña afirma que su contraparte lo promociona para perjudicarle. Se trata de colombianos inconformes con los políticos, los partidos y los gobiernos, que ya no comen de promesas vacías, lemas insustanciales y consignas camorreras. En esas franjas trabajan las campañas presidenciales para convencer al abstencionista, y atraer al indeciso y al consuetudinario votante en blanco: la misión es bastante complicada. No obstante, es casi una sentencia definitiva: Santos será elegido presidente. Y, digo yo, ojalá en primera vuelta para ahorrar el costo innecesario de una segunda en la que nadie tiene opción, como se demostró en campañas anteriores.

En cuanto a los cuerpos colegiados, el poder regional impondrá su fuerza electoral y no habrá sorpresas mayores. Queda por saber qué pasará con el uribismo, que también cae en las encuestas, por cuenta de su cerrera oposición al proceso de paz que la gran mayoría de Colombia apoya: hoy tiene un lánguido 12% de intención de voto al Congreso y un 8% en las presidenciales. El anuncio de 30 senadores es más un sueño utópico de campaña que una realidad a concretar.

Caso sui generis el departamento del Magdalena: solo hay un aspirante al Senado, Raúl Vives. Obtendrá su curul, indudablemente, no solo por el caudal electoral de esa casa política. Se trata de un empresario serio, de ejecutorias visibles. En el campo de la educación, participa del proyecto Colegio San Francisco Javier de Garagoa, que ya alberga 2.000 estudiantes de las franjas desfavorecidas de Santa Marta, que cursan sus estudios gratuitamente. El aspirante samario basa su campaña en educación, infraestructura, desarrollo, seguridad y empleo, sobre la base de la unidad familiar. Los magdaleneses debemos apoyar su aspiración, pues ya sabemos lo que significa estar sin representación en el Congreso. Nadie se interesará por nuestro departamento si no tenemos dolientes allí. Acepté el reto de buscar buenos candidatos para no votar en blanco, y creo acertar. Con excepción del voto por el aspirante Raúl Vives, los demás serán en blanco.



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