Ecos de la clasificación a Brasil 2014

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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Las tribulaciones de Pékerman y sus muchachos en los últimos cuatro partidos de las eliminatorias al Mundial de Brasil de 2014 cesaron cuando terminó el partido contra Chile; el país entero respiró tranquilo, y el "júbilo inmortal" fue un canto que se escuchó en toda nuestra geografía.

La selección absoluta ratificaba el cupo logrado ante Ecuador y enseguida, ante Paraguay, buscaría la posición de cabeza de grupo para evitar a los súper favoritos en la primera ronda. Yepes, vestido de goleador, recordó sus tiempos de playón en Cali y les marcó a los guaraníes dos goles que se suman a varios records logrados por la selección durante la era Pékerman.

Quedaron atrás los sufrimientos del apretado triunfo ante Ecuador -la pasamos muy mal-; la dolorosa derrota ante Uruguay al final del encuentro; la demostración de orgullo en Barranquilla ante el ufano Chile que nos arrollaba con un futbol simple, bien jugado y efectivo, y tres goles en el breve lapso de treinta minutos (de repente recordamos aquellas nueve anotaciones a ritmo samba que le acomodó Brasil a la Selección Preolímpica en 2000, apeándola de los Juegos en Atenas); y la angustia de recomponer el equipo luego de quedar con 10 jugadores y el marcador en contra en Asunción, juego brillante de Colombia en el cual Paraguay pudo encajar más goles.

Mucho cuidado ahora. La clasificación nada significa todavía. De hecho, después del galope de la tricolor hasta el pedregoso camino de los últimos partidos, quedaron visibles algunas situaciones individuales y colectivas que el cuerpo técnico debe estar considerando. Destaquemos los aspectos brillantes: Ospina pasó de ser un buen portero a un real ganador de partidos; Colombia demostró capacidad de reacción y recuperación acicateada por el sano orgullo y una motivación admirable.

Aun con los últimos seis goles recibidos en tres partidos, la defensa demostró solidez durante toda la competencia; los goleadores siempre dijeron presente; James, apenas en crecimiento y con el panorama despejado fue la pieza fundamental en las remontadas colombianas: el artífice de los últimos cinco goles y los cuatro puntos logrados en los partidos ante Chile y Paraguay.

Quinterito y Arias aprobaron el examen mientras que Muriel, Bacca, Valencia, Zapata, Valdés, Darwin Quintero y Mejía están a la espera de su verdadera oportunidad. Eder Álvarez Balanta podría ser el as bajo la manga de Pekerman para el relevo generacional. Figurón en River, Argentina busca nacionalizarlo: por algo será. En el mediocampo no se debe descartar a Aldo Leao como inicialista, jugador completo, inteligente y rendidor.

Los aspectos a trabajar son varios: Camilo Vargas debe empezar a acumular kilometraje; es menester buscarle un reemplazo a Pablito Armero: los buenos laterales izquierdos escasean en todo el mundo. Aquivaldo, Valdés y Zapata también están a la espera de reemplazar a Perea y Yepes. Medina fue el cordero pascual sacrificado para aplacar a los 47 millones de técnicos colombianos; Jackson no hizo los méritos suficientes para ser el reemplazo de Falcao y Teo, titulares indiscutibles.

¿Qué sigue con Yepes, Perea y Macnelly? El gran capitán, con 37 años, podría desfallecer en el Mundial, aun cuando sus deficiencias físicas las suple con ímpetus juveniles y alma de guerrero; el balance actual lo favorece, pero el2014 podría pasarle factura.

Amaranto parece tener gasolina para un rato más, pero llegará de 35 años al exigente torneo: ¿le alcanzará? Macnelly ha sido determinante en Barranquilla: ¿podrá ser el socio de James en Brasil? Un desafío orbital desgasta por los partidos, viajes, concentraciones, presiones externas y otros factores significativos.

El equipo de Pékerman demostró solidez, cohesión, preparación física, equilibrio entre defensa y ataque, manejo en el mediocampo, variantes tácticas, concentración y dignidad lo que se tradujo en resultados favorables.

El colectivo de jugadores respetó las ideas y planteamientos del entrenador; cada partido fue planificado teniendo en cuenta el "momentum" del rival y el suyo propio, además del rendimiento de cada futbolista, considerando también cada país, estadio y clima. Un ejercicio estratégico y táctico digno de SunTzu o Pericles. Ahora vienen dos duros fogueos que nos mostrarán el nivel competitivo de la selección: la siempre favorita "naranja mecánica", actual subcampeona mundial.

Después, la gran revelación europea: Bélgica, quinta en el ranking de la Fifa; los "diablos rojos" también serán cabeza de serie. Será la ocasión de probar nuevos jugadores, esquemas tácticos y visualizar errores de funcionamiento de la tricolor. Más allá de los resultados, el entrenador podrá ajustar líneas para disponer dela mejor formación posible en la próxima cita ecuménica. Y mucho ojo: la parte anímica y mental, que no puede fallar: es la más determinante.

Hay que confiar en Pékerman, ganador de tres torneos orbitales juveniles con Argentina y sexto en Alemania 2006 sin perder ningún partido. Desde la clasificación hasta el inicio del Campeonato Mundial es la etapa más trascendente: de ella depende el resultado final.