Una paz esquiva

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Escrito por:

Tuto Santos Araújo

Tuto Santos Araújo

Columna: La Columna de Tuto

e-mail: tutinoaugusto@yahoo.es



Qué bueno sería ver a Colombia en Paz. Nadie duda que somos mayoría los que anhelamos esa paz esquiva durante años, originada por la violencia partidista de los años 40 y que con el asesinato de ese gran líder como lo fue Gaitán, inició un punto de quiebre, para la violencia que nos azota.

Esquiva ha sido la paz en tiempos de Belisario Betancourt. Esquiva lo fue en el gobierno de Pastrana, desde el mismo momento en que Tirofijo lo dejó solo en la mesa.

Y como la paz ha sido esquiva, eso cimienta la guerra. Y cimienta ideologías de extremos, que son muy propensos a agitar y dividir. Hay buenos y existen los malos, dirán. ¡Cómo claudicamos con el terrorismo! Expresan una y otra vez, señores que dicen ellos les duele la patria. Generan polarización. Juegan al miedo del pueblo colombiano y de veras que lo han conseguido.

Hoy el país es de derecha. Tan de derecha que en estos momentos se enfrentan dos derechas, una en el gobierno y otra en la oposición. Valga expresar que los extremos son malos venga de derecha o de izquierda.

Duele ver todo lo que ha generado y genera la guerra. Cientos de viudas y huérfanos. Millones de desplazados. Jóvenes campesinos y jóvenes de las clases más populares, que sin ninguna opción laboral o educativa, empuñan las armas, a veces en contra de su voluntad, y muchos mueren sin saber el porqué de la guerra.

Duele ver a esos grandes héroes como son los jóvenes militares y policías mutilados en alguna de sus extremidades. Duele verlos con problemas psicológicos. Duele verlos abandonados por el Estado y por la indiferencia de todos nosotros.

Por eso, millones de colombianos debemos ser optimistas frente a las negociaciones en La Habana, para que las futuras generaciones tengan una nación en paz. Lo expresó ese gran mandatario como lo es José Mujica "El conflicto en Colombia no le conviene a nadie".

Ñapa 1. Profunda tristeza la muerte del maestro Álvaro Mutis. El único premio que le faltó de tantos que ganó y que sin duda merecía, en toda su meritoria carrera como escritor, fue la del premio Nobel de Literatura. Paz en su tumba.

Ñapa 2. Valerosa la carta del futbolista James Rodríguez, con el tema de las barras. Presenta un mensaje de paz. Bien lo que expresó en uno de sus apartes "No puedo creer que los violentos de los estadios sean hinchas de verdad. Son delincuentes disfrazados de hinchas".