Mario Laserna, gran colombiano de verdad

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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



En noviembre de 2012, en mi columna "Andinocracia", mostraba cómo la inmensa mayoría del gabinete de Santos era egresada de la Universidad de los Andes.

Más allá del carácter centralista del Presidente, hay un factor fundamental: la innegable calidad del centro académico más reputado de Colombia. En 2013 aparece en el puesto 335 entre más de 21.000 universidades calificadas, según el escalafón de Quacquarelli Symonds, que evalúa el nivel de investigación, facilidad para los egresados de encontrar empleo, ofertas académicas, especializaciones e innovación, entre muchos otros criterios.

En gran parte se debe principalmente a Mario Laserna y a otros colombianos que vieron la oportunidad de abrir una universidad inspirada en los modelos anglosajones, apuntando a ubicarse en la cima educativa y constituirse en el referente de la universidad privada, especialmente en ciencia y tecnología.

La postguerra mundial ofreció oportunidades únicas para traer talento humano extranjero, contratado de tiempo completo en la naciente universidad. Además, fomentó la internacionalización académica con la opción para los estudiantes de graduarse en universidades estadounidenses.

Las fotos en las que Mario Laserna aparece con Albert Einstein y otros ilustres científicos y pensadores dan cuenta de su talante: pensador, polifacético, con amistades importantes de la categoría del genio alemán, de los más eximios matemáticos y de eminentes filósofos alemanes modernos.

El intelectual bogotano Nicolás Gómez Dávila fue su mentor y, aun cuando Gómez era negado para los números, gracias a él se interesa en las matemáticas abandonando sus estudios de derecho en el Rosario por la Universidad de Columbia. Alumno de Maritain y Ernst Nagel, se dedicó de lleno al estudio de las matemáticas.

Conoció a Quine y Reichenbach, cabeza del "grupo de Berlín" y a Von Hildebrand, y de cada uno de ellos extrajo importantes enseñanzas que después aplicaría en su decisión de fundar la Universidad de Los Andes. Más tarde, cercano al "Círculo de Viena" entabla amistad con Friedrich Waismann.

En París, hacia 1947, decide fundar la universidad, pensando en instituciones que garanticen una evolución estable del país mirado hacia horizontes distintos. A su regreso a Colombia, con su título de matemáticas en el bolsillo, abre el centro educativo con una filosofía diferente a las demás universidades de Colombia.

Las dificultades para traducir el alemán lo llevaron a traer académicos germanos y aprender el idioma teutón. Gracias al célebre matemático John von Neumann viaja a Heidelberg para entronizarse con el idioma y las costumbres de Alemania.

Se matricula en el Instituto de Filosofía y cursa cuatro semestres; de la mano de DieterHenrichconoce a Kant. Regresa a Colombia para fundar el periódico El Mercurio como un oasisen medio del recalcitrante bipartidismo que aun agobia a Colombia.

El presidente Alberto Lleras Camargole nombra rector de la Universidad Nacional, cargo en el que dura dos años para regresar a Alemania y doctorarse en Filosofía. Mario Laserna logró que personalidades como el doctor y profesor en matemáticas de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz, Peter Paul Konder, viniera a Colombia y se quedara por quince años. Hizo que Einstein y otros diez profesores de las mejores universidades de los Estados Unidos hicieran parte del consejo asesor internacional de la universidad.

Laserna, matemático, físico y filósofo, formado en Columbia, Princeton, Fordham y Oxford, se graduó como doctor en filosofía de la Universidad de Berlín con tesis laureada. Fue profesor de la Universidad de los Andes, de la Universidad de Munich y de la Universidad de Viena. Además, fue concejal de Bogotá e Ibagué, senador por la Alianza Democrática M-19, embajador ante Francia y Austria, y director de medios como La República y Semana. Una trayectoria brillante, interesante y productiva puesta al servicio del país.

La Universidad de los Andes, que comenzó en un terreno arrendado en las lomas del centro de Bogotá, ha crecido y se ha desarrollado de acuerdo con su filosofía, contribuyendo además al mejoramiento del entorno urbano. La investigación es el fundamento de la formación académica. Actualmente tiene convenios con importantes y numerosas empresas del país y varios países del mejor nivel académico, todo gracias a la visión de un joven que creyó en un modelo educativo diferente, a sus amigos y patrocinadores que visionaron otros horizontes y creyeron en un sueño quimérico, utópico si se quiere.

En ésta época cuando la banalidad se sobrepone a la academia, el entretenimiento al arte y la cultura, personajes como Mario Laserna merecen un eterno reconocimiento, no sólo de sus alumnos y profesores sino del país. Su obra magna es tan excelente centro académico, legado que sigue multiplicándose; su ideal de elevarse a las mayores alturas sigue vivo y sano. Su fallecimiento deja vacíos académicos, aun cuando la universidad está encausada por los carriles del mejor saber. Este sí que fue un gran colombiano de verdad, ciudadano ejemplar. Gracias, Mario Laserna.