El Nobel Vargas Llosa y sus posiciones políticas

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Escrito por:

Tuto Santos Araújo

Tuto Santos Araújo

Columna: La Columna de Tuto

e-mail: tutinoaugusto@yahoo.es



Nacido en la ciudad de Arequipa, en el Perú, un 28 de marzo de 1936, Mario Vargas Llosa, es de lejos un inigualable escritor, intelectual, pensador y ensayista. El peruano que la semana pasada obtuvo, por fin, el Nobel de Literatura, el premio más importante de las letras en el mundo.

Un galardón esperado por millones de admiradores y lectores. Siempre se rumoró que Vargas Llosa, jamás recibiría el premio, por sus afinidades derechistas, sospechas e hipótesis que quedaron desvirtuadas con su designación.

Sus libros como "La ciudad y los perros", donde narra la vida en una escuela militar, o en "La fiesta del chivo" en el que nos sumerge en la historia del siniestro dictador dominicano, Leónidas Trujillo, o sus cuentos ilustrados en "Los jefes" y "Los cachorros", nos demuestran su versatilidad, su pluma exquisita, su inteligencia deslumbrante.

Famoso el puñetazo que le dio en el ojo, a nuestro Nobel colombiano, García Márquez, un incidente que se ha maximizado tanto que al fin de cuentas no se sabe en realidad qué sucedió. Lo cierto es que la amistad de estos dos monstruos de la escritura latinoamericana, terminó.

De Vargas Llosa, siempre me ha llamado la atención su vinculación a la política. En otrora fue un izquierdista a morir y seguidor de Fidel Castro, pero en 1971 se aleja de la revolución y hoy es un fuerte crítico del régimen cubano. A comienzos de los noventa, es derrotado en segunda vuelta en las elecciones presidenciales de su país con el prácticamente desconocido, Alberto Fujimori, convirtiéndose más adelante en su opositor a quien le cuestionó su demagogia, su autoritarismo, la violación de los Derechos Humanos, la satanización a la oposición política.

Paradójicamente, el Nobel Vargas Llosa, es un acérrimo defensor y admirador del legado del ex presidente Uribe, -la versión colombiana de Fujimori-. Cosas que uno no entiende de algunos buenos escritores como él. Pero en fin, celebremos que este gran latinoamericano haya recibido el premio que tantas veces le fue esquivo.

Mi ñapa 1. Ahora según lo sesudos análisis de los medios colombianos, lo que hubo en Ecuador no fue golpe sino asonada. Que descaro el de los grandes conglomerados privados para tapar la verdad de lo que sucedió. Lo único cierto es que el presidente ecuatoriano, doctor Rafael Correa, salió más fortalecido e imparable.

Mi ñapa 2. Vuelven las entidades financieras a hacer alardes de sus saldos en negros. Informaciones de prensa dicen que han ganado hasta el mes de agosto, 6.18 billones de pesos. Situación que no se compadece con la miseria en que están millones de compatriotas.