Escrito por:
Hernando Pacific Gnecco
Columna: Coloquios y Apostillas
e-mail: hernando_pacific@hotmail.com
Súbitamente y sin motivo aparente, los soldados van cayendo por montones en medio de terribles dolores, convulsiones y falta de respiración, en una terrible agonía, como en una macabra película de ciencia ficción.
Pasan menos de cinco minutos y casi todo el batallón ha muerto; los pocos sobrevivientes tienen un comportamiento desquiciado. Las comunicaciones están interrumpidas, las armas no funcionan, las aeronaves caen sin control, la energía eléctrica no fluye, los tanques de guerra están varados. Nadie sabe qué ha pasado…
En el futuro cercano veremos armas muy distintas a las actuales, casi rústicas ahora; ellas serán los próximos instrumentos bélicos, al menos para las grandes potencias; el escudo antimisiles de Reagan ya no es exclusivo de los Estados Unidos: lo tienen varios países.
Lo que se vio en las Guerras del Golfo Pérsico ya hace parte del pasado para esos ejércitos, y aún no llega por estos lares; drones aéreos y submarinos de largo alcance y mortíferas cargas ya son de uso rutinario.
Se sabe de aviones hipersónicos no tripulados para diversas misiones militares, y armas autónomas robotizadas, teleguiadas satelitalmente. Para los combates urbanos, armas cortas de cañón ecualizable dotadas de GPS y cámaras de video; vehículos con vidrios blindados desde los cuales se puede disparar desde dentro sin dañar el cristal; pequeños robots con cámaras rastreadoras armados con letales instrumentos; fusiles de mayor alcance, precisión y repetición especiales para francotiradores, así como armamento de asalto con mayor precisión y confiabilidad.
En fin, todo un arsenal que demuestra el incontenible avance de la ingeniería militar. La guerra parece enfocarse ahora en la alta tecnología: los ataques informáticos a los sistemas enemigos mediante "e-bombs"; tasers y microondas para control de grupos de combate (manifestantes, entre ellos, según dicen); láseres inteligentes de alta energía ubicados en el espacio exterior para destruir objetivos enemigos tanto de superficie como aéreos y espaciales y quien sabe cuántos otros aparatos bélicos a disposición de los ejércitos y policías.
Las más cuestionadas armas procederán de la psicotrónica, una nueva tendencia que aplicará la parapsicología y el electrobiomagnetismo en el uso de energía externa para el control psíquico de individuos y grupos sociales.
Dicho de otro modo, el control mental a través de armamento especialmente diseñado para el dominio de pensamientos, sentimientos y comportamientos. ¿Ciencia ficción? Desde hace siglos, la humanidad busca someter a sus congéneres a través del dominio de la mente ajena: la parapsicología, la telequinesis, la clarividencia y otros fenómenos han sido estudiados y usados con tal propósito sin que a la fecha haya evidencia cierta de logros reales.
Rusia anuncia ahora la investigación de esos fenómenos enfocándose en la fabricación de armas psicotrónicas para las guerras del futuro basadas en tecnologías existentes unas y por desarrollar otras, con el uso de geofísica, genética, psicofísica, tecnología de ondas y rayos, todo ello acoplado al poderoso armamento nuclear que posee lo cual, en palabras de Vladimir Putin, "proveerá instrumentos nuevos para alcanzar metas políticas y estratégicas". Dice también que éstas nuevas armas "serán más aceptables en términos de ideología política y militar. ¡Alarmante panorama!
La nueva agencia rusa anunciada por el ministro de defensa ruso Anatoly Serdyukov es el contrapunto al Darpa del Pentágono, pues los Estados Unidos tampoco han sido ajenos éstos desarrollos, tal como lo demuestra el escalofriante libro "Las torturas mentales de la CIA, de Gordon Thomas, ex agente de esa agencia; recorrer sus páginas muestra a un tenebroso Gottlieb obsesionado en controlar la mente humana y en el desarrollo de métodos de tortura para obtener información, así como el control mental y físico de agentes para que no revelaran secretos en caso de tortura por parte del enemigo.
El MK-Ultra es un vergonzoso episodio de la agencia norteamericana. ¿Cómo funcionarán las armas psicotrónicas? Se dice que enviarán ondas al espectro electromagnético dirigidas al sistema nervioso de los humanos (¿caerán animales también?) procurando modificar su comportamiento, pensamiento, percepción y el funcionamiento de los músculos: las víctimas sufrirán alucinaciones, cambios de actitud y pensamiento y, de ser necesario, cefaleas severas, contracturas musculares dolorosas, locura y paro cardiorrespiratorio inducido.
La enfermiza obsesión bélica de unos pocos puede llevar en poco tiempo, horas quizás, a la completa destrucción del planeta pues no importa quién ataque primero: bastan 2 o 3 potencias mundiales en guerra para desatar un cataclismo universal. ¿Se habrán producido desastres "naturales" por cuenta de esas tecnologías? Algunos piensan que ya existe total control del espectro electromagnético por parte de esas agencias. Mientras Putin anuncia su nueva ofensiva y las demás potencias hacen lo mismo en silencio casi clandestino cabe preguntarse: ¿qué hacen al respecto la ONU y demás agencias multilaterales? Estamos a un click del Apocalipsis. Basta un ataque de ira del "dueño del botón" o una locura inducida por el enemigo con armas psicotrónicas.